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Mario Casas confirmada nueva relación sentimental

Mario Casas ya no está soltero, el actor mantiene una relación con Melyssa Pinto, exconcursante de La isla de las tentaciones

Hay relaciones que nacen con ruedas de prensa y otras que simplemente se filtran por la rendija de una cámara indiscreta. Mario Casas, el galán que aprendió a huir de los focos con la misma destreza con la que corre en sus thrillers, ha vuelto a ocupar portadas. Pero no por un nuevo papel, sino por uno bastante más íntimo, el de pareja de Melyssa Pinto. La revista Diez Minutos ha hecho lo que las redes aún no habían confirmado. Destapar con imágenes lo que ya era un rumor bullicioso. Él, ella y una complicidad que, como el buen vino, no necesita etiqueta para ser evidente.

Ambos han hecho de la discreción una especie de religión pop, Melyssa, exestrella de la televisión de tentaciones y renuncias, y Mario, actor de silencios calculados, comparten ahora algo más que gusto por la sombra. Lo que hasta hace poco era apenas un murmullo de pasillo mediático, ha pasado a ser una historia tangible, con dirección, clima y desenlace nocturno en la calle madrileña donde ella vive. La escena es digna de una comedia romántica contemporánea, él entra, ella celebra su cumpleaños y la noche se tiñe de confidencias fuera de guion.

Mario Casas y Melyssa Pinto
El actor y la influencer ya no se esconden

La rutina que delata a los enamorados discretos

Las cámaras, esas que esperan pacientemente como cazadores urbanos, captaron el siguiente capítulo. Tras una cena en Los 33 ese templo de la carne uruguaya donde lo íntimo y lo gourmet se cruzan como viejos amantes, la pareja regresó al nido. Pero lo verdaderamente revelador no fue la salida, sino el amanecer. Casas, con mochila al hombro y diadema rosa en la cabeza, saludando desde la ventana como quien se despide de lo evidente. Una imagen banal, sí, pero también elocuente, el actor no solo salió de casa, salió del misterio.

Este gesto cotidiano, casi absurdo en su sencillez, bastó para prender fuego a los titulares. Porque si el amor se manifiesta a veces en versos y otras en likes, en este caso lo hizo en clave doméstica. Y eso, en el universo del corazón, es casi un manifiesto, lo íntimo se ha vuelto público, pero no necesariamente vulgar. No hubo selfies estratégicos ni stories cronometradas. Solo una noche, una mochila y la confirmación de que a veces lo más revelador no es lo que se dice, sino lo que se vive sin esfuerzo.

De los focos al refugio: una nueva escena para Mario y Melyssa

Desde su ruptura con Eiza González, Mario había optado por el celibato mediático, ese espacio donde el silencio también es una postura. Melyssa, por su parte, ha transitado un camino más visible, con amores que parecían guiones improvisados. Pero ahora, con 39 y 34 años respectivamente, parece que ambos han encontrado un refugio común en medio del caos. Un lugar donde el amor no necesita estridencias, sino tiempo y espacio. Como dos actores que por fin ensayan sin público.

No hay comunicados, ni exclusivas vendidas al mejor postor, pero sí una narrativa que se escribe con gestos, el cumpleaños, la cena, la diadema, la mochila. La historia apenas comienza, y ya respira autenticidad. En un mundo donde las parejas se arman como campañas de marketing, Mario y Melyssa parecen haber elegido otra vía, la del afecto pausado, sin firma ni pose. Si todo esto será duradero o solo una escena más en el teatro del amor moderno, solo el tiempo lo sabrá. Por ahora, les basta con no esconderse.

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