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Así es Roberto el cubano de First Dates con costumbres muy salidas

Carlos Sobera, su cita, y todo los televidentes, quedaron sin palabras con el método de dormir del comensal

Ya no es un secreto ni una sorpresa que en First Dates se presenten comensales un poco raros y distorsionados de la realidad, el de hoy es Roberto un cubano de gran porte pero de visiones un tanto extrañas. El hombre le contó a Carlos Sobera uno de sus métodos para poder descansar. ” Para dormir tengo una manía bien cochina” el presentador se quedó expectante a lo que diría el chico.

” La tengo desde que era un bebé, siempre me toco la bolsita… ¡Es que me da sueño!” admitió el latino que luego describió que es lo que más le gusta. “Me gusta la ropa de marca, vestir bien, que me halaguen y que todo el mundo me mire y me digan que guapo soy”. Un comensal con el ego hasta las nubes, pero con una personalidad muy singular.

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La cita entre Roberto y Mingyar fue todo un éxito, y ambos salieron muy felices del restaurante.

El cubano logró impresionar con su porte y galanura, a la cita que le asignaron en First Dates

Mingyar fue el encargado de hacer pasar una velada agradable al cubano, y en su primera impresión notó que el acuerpado hombre era encantador. El chico también es de procedencia latina, más exactamente de Venezuela. En su primer comentario desveló, “Es muy guapo, espero no cagarla en la cita”.

Una vez sentados, los dos chicos empezaron a hablar de temas amorosos, y Myngar contó su triste experiencia. “Tenía una relación que vino a España y me dijo que me viniera también, pero al año rompimos”. El chico admitió que se trataba de una relación de tres, y que por ello las cosas no terminaron bien. “El fallo fue que incluimos a una tercera persona, fue una relación poliamorosa, y ahí me di cuenta de que era más tradicional y no me sentía cómodo. Lo volvería a intentar si los tres nos conociéramos a la vez”.

El privado se puso caliente con el cubano y el venezolano, y saltaron chispas en First Dates

Una vez terminada la cena y las conversaciones sobre sus relaciones anteriores, Roberto y Mingyar pasaron al privado donde se conocerían mucho mejor. El venezolano le empezó a dar un masaje en el pecho al cubano, y este reaccionó con un beso en el cuello. Ambos sabían que la cita terminaría muy bien, y fue cuando el sudamericano tuvo que confesarle algo importante.

” Hay algo que quiero contarte, tengo una página de contenido erótico, no es algo de lo que me sienta orgulloso, pero creo que hay que decirlo”. Roberto no tuvo problema, y ambos prosiguieron en lo suyo. En la decisión final, Mingyar develó que si tendría una segunda velada pues, “me he quedado con ganas de conocerle más”. Por su parte Roberto sentenció, “Me ha transmitido muy buena energía, así que si, si tendría una segunda cita”.

Óscar Pasapalabra