Mike James suelta la bomba en Mónaco. El MVP de la EuroLeague tiene un pie fuera del principado y desata la locura en el mercado.
Un conflicto provocado por una sanción extra-deportiva disparó las especulaciones sobre el cambio de rumbo de una de las estrellas del baloncesto europeo. El club monegasco apartó al base estadounidense, temporal y cautelarmente, por “incumplir” el reglamento del club y lo dejó fuera de las semifinales de la Liga francesa. En ese contexto, el experimentado jugador analiza la posibilidad de buscar otro destino.
El de Oregón había encontrado cierta estabilidad en el equipo monegasco con el que hace sólo un par de semanas estuvo a punto de levantar su primera Euroliga. En medio de la incertidumbre, el Olympiacos sigue de cerca la situación y prepara un ofertón para el MVP.
James amenaza con irse si no levantan la sanción
Todo cambió en un par de días para el AS Mónaco. Luego de estar muy cerca de tocar el cielo con las manos en la máxima competición europea (derrota frente al Fenerbahçe en la final), el principado vive momentos de fuertes turbulencias que complican los planes de cara a la temporada que viene.
Falta de pagos a jugadores que se niegan a jugar y otros que amenazan con irse destaparon un conflicto bajo tierra que escondía el gigante francés. El caso insignia de los escándalos es el de James, que al estar bajo sanción por parte de la directiva, deslizó la posibilidad de salir este verano, pese a tener dos años más de contrato, si no rectifican la decisión tomada.
El antecedente de Moscú
No es el primer conflicto extra-deportivo en que el MVP de la Euroliga se ve involucrado. Durante su estancia en el CSKA, un cortocircuito con el entrenador Dimitris Itoudis decantó en la salida del base en marzo de 2021. James confesó que tuvo “problemas a nivel personal” con el técnico griego, aunque nunca salió a la luz la profundidad del inconveniente.
Tras su salida de Rusia, el jugador retornó a la NBA. Jugó 13 partidos en los Celtics, pero al no ser tenido en cuenta, volvió a cruzar el Atlántico, pero no al Kremlin, donde no lo querían ni ver, sino rumbo a Francia. Ahora, vuelve a repetirse la situación y su destino es incierto.
