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Bilbao Basket a cortar el vacilón a Baskonia

Baskonia se juega el alma ante Bilbao Basket en un derbi que trasciende el orgullo vasco. La clasificación al playoff está en el aire, y cada posesión puede ser sentencia. En la Liga Endesa, hasta el vecino puede ser juez

No hay peor momento para un derbi que cuando hay tanto en juego o tal vez, no hay mejor. Baskonia, que viene de resucitar ante el FC Barcelona como un paciente terminal que se levanta de la camilla para bailar un último chotis, se juega la vida deportiva contra su vecino de siempre, Bilbao Basket. El partido huele a revancha, pero también a súplica. A un lado, los de Pablo Laso, con el playoff entre ceja y ceja; al otro, un Bilbao sin aspiraciones clasificatorias, pero con el dulce y cruel privilegio de arruinarle la fiesta al vecino.

El Buesa Arena será este sábado una olla de emociones cruzadas. Porque no se trata solo de baloncesto. Se trata de memoria, de calle, de esa ironía tan vasca que consiste en sonreír mientras te rompen el esquema defensivo. Si Baskonia gana y Manresa tropieza en Andorra, los de Laso estarán dentro sin necesidad de calculadora. Pero si Bilbao tiene su tarde, el Buesa puede pasar de ser un fortín a una escena del crimen táctico.

Bilbao Basket
FC Barcelona, Baskonia ha recuperado la fe y el control en la recta final de la Liga Endesa.

El fuego invisible del triple empate

Pero incluso si se sobrevive al derbi, el infierno no ha terminado. Hay una amenaza invisible que ronda como un fantasma con estadística en mano, el cuádruple empate. Sí, esa perversa creación de la lógica matemática donde ganar puede no ser suficiente. Si Gran Canaria, Joventut y Manresa llegan también a 18 victorias, todo se decidirá por números y no por narrativas. Y ahí Baskonia, ay, no tiene buena letra, un 16 en el diferencial de puntos que pesa como una losa.

La paradoja es brutal, un equipo que doblega al Barça podría quedar fuera por no haber apretado el acelerador contra equipos menores semanas atrás. Es como reprobar el curso por una coma mal puesta. Pero así es la ACB, una liga donde cada punto tiene memoria de elefante y corazón de juez de hierro. En ese escenario, el derbi ya no será solo un partido: será la última oportunidad de que el destino no se escriba con algoritmos.

Bilbao: último escollo o primer clavo

Llega entonces la jornada 34, el viernes definitivo, el cierre coral de una temporada que no da tregua. Baskonia visitará a un Coruña que ya hizo de verdugo frente a otros aspirantes, mientras en paralelo se disputan batallas con el mismo nervio. Manresa contra Tenerife, Gran Canaria contra Murcia, y Joventut frente a Unicaja. Todos a la misma hora, todos contra el reloj y la ansiedad. Es el equivalente baloncestístico a un thriller coral donde todos corren y nadie sabe quién sangrará primero.

Pero nada de eso importará si Bilbao se impone en Vitoria. Sería una metáfora perfecta, el hermano menor, libre de responsabilidades, aguándole la fiesta al mayor justo cuando este acaricia la salvación. Sería poesía cruel, como una oda escrita con marcador indeleble en el vestuario visitante. Porque en este deporte, como en la vida, no siempre gana el que más lo necesita. A veces, gana el que más disfruta complicarle la existencia al otro.

Real Madrid y Barcelona