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Dallas resurge sin Doncic: los Mavericks encuentran oro en su reconstrucción

La salida de Luka Doncic marcó un antes y un después en los Dallas Mavericks. Lo que parecía el inicio de una etapa oscura se ha transformado en una oportunidad inesperada

Cuando Luka Doncic dejó Dallas, no fue solo un adiós, fue una implosión emocional y táctica, una grieta en la narrativa reciente de los Mavericks. Los equipos suelen languidecer años enteros tras perder a su faro, como quien recorre un laberinto con una vela apagada. Pero, de forma casi burlesca, la lotería del Draft NBA 2025 ese evento que combina matemática avanzada con mística de casino les concedió a los texanos la primera elección, con apenas un 1,8 % de probabilidad. ¿Casualidad? ¿Destino? ¿Un algoritmo con sentido del espectáculo?

Sea lo que sea, el resultado es inequívoco, Dallas ha tropezado con oro en medio del derrumbe. Donde parecía haber ruinas, emergió Cooper Flagg, un adolescente con aura de veterano, mecánica de francotirador y presencia de emperador precoz. El 25 de junio, en el Barclays Center, no solo se decidirá el futuro del equipo; también se pondrá a prueba la vieja máxima, perder al ídolo puede ser el primer paso hacia una leyenda mayor.

Cooper Flagg
Dallas encuentra esperanza tras la marcha de Doncic

Cooper Flagg: promesa con nervio de profeta

Flagg no corre, flota. No juega, dirige. No anota, ejecuta. Con solo 18 años, este fenómeno salido de Duke ha demostrado tener la rara cualidad de los elegidos, esa mezcla de talento desbordante y lucidez táctica que hace que todo parezca sencillo. Sus estadísticas son las de un adulto en cuerpo adolescente 19,2 puntos, 7,5 rebotes, 4,2 asistencias, pero lo más impactante es su influencia invisible, ordena, contagia, transforma. Como esos líderes que no alzan la voz, pero cuando callan, retumba el silencio.

A su llegada, los Mavericks podrían formar un tridente improbable pero fascinante, Kyrie Irving, Anthony Davis y Flagg. Tres generaciones, tres visiones del juego y una esperanza común. Curiosamente, esta combinación suena más coherente que muchas formaciones en la era Doncic, donde la genialidad individual eclipsaba la armonía colectiva. En Flagg, Dallas no solo ha encontrado a un jugador: ha hallado un punto de fuga para su reinvención.

El Draft 2025: un nuevo mapa para una NBA cambiante

Pero Dallas no fue el único agraciado. Este Draft 2025 ha sido como una lluvia en el desierto, escasa, pero transformadora. San Antonio Spurs, con Victor Wembanyama ya convertido en una figura totémica, seleccionará segundo. Los Philadelphia 76ers, aún buscando encajar las piezas del puzle alrededor de Embiid, tendrán la tercera elección. La generación que viene no es una constelación de estrellas fugaces, sino una galaxia compacta: rica, densa, lista para alterar la geografía competitiva de la liga.

El orden del Draft parece un poema en clave, franquicias que cayeron en desgracia y ahora ven una luz tímida en el horizonte. Desde Charlotte hasta Portland, desde Houston hasta Brooklyn, todos toman posiciones para el renacimiento. Sin embargo, hay algo casi irónico en el hecho de que Dallas la misma ciudad que hace un año lloraba la partida de su ídolo sea ahora el epicentro de la esperanza. A veces, perderlo todo es la única forma de entender lo que de verdad se puede construir.

Cooper Flagg Dallas