En medio del escenario, los Lakers aparecen como un destino soñado, dispuestos a formar un Big Three legendario junto a LeBron James y Luka Doncic, en un traspaso simulado que podría redefinir el mapa de poder en la NBA
El fracaso de los Milwaukee Bucks en los playoffs 2025 ha reactivado las especulaciones sobre el futuro de Giannis Antetokounmpo. La eliminación ante los Indiana Pacers en apenas cinco partidos, a pesar de una actuación dominante del griego, alimenta la posibilidad de que su ciclo en Wisconsin haya terminado. Con Damian Lillard fuera por una grave lesión y sin piezas para una reconstrucción inmediata, la franquicia parece estar en un punto de inflexión.
Giannis, que entra en una millonaria extensión de contrato de $175.4 millones, tiene aún tres años bajo vínculo, pero el momento para un traspaso estratégico parece ideal. Su salida no solo liberaría espacio en el tope salarial, sino que permitiría a los Bucks obtener activos jóvenes y elecciones de draft que reorienten el rumbo del equipo en los próximos años.
Los Lakers buscan una fórmula ganadora con estrellas
Ante ese contexto, los Los Angeles Lakers emergen como uno de los destinos más seductores. Con un núcleo liderado por LeBron James y Luka Doncic, y una plantilla rejuvenecida tras una sólida campaña de 50 victorias, sumar a Giannis significaría formar un Big Three de campeonato. No obstante, los angelinos carecen del capital suficiente para negociar directamente con Milwaukee, por lo que la incorporación de un tercer equipo sería clave.
La opción más viable en este escenario hipotético incluye a los New Orleans Pelicans. El acuerdo a tres bandas enviaría a Giannis, Karlo Matkovic y Antonio Reeves a los Lakers. A cambio, los Bucks recibirían a Zion Williamson, Austin Reaves, Dalton Knecht y dos selecciones de primera ronda. Los Pelicans, por su parte, obtendrían jugadores con contratos expirantes como Rui Hachimura y Gabe Vincent, más selecciones futuras.
Un traspaso que redefine el equilibrio de poder
Este movimiento cambiaría por completo el panorama de la NBA. Milwaukee perdería a su emblema, pero ganaría juventud, profundidad y potencial con jugadores como Zion y Knecht, una de las promesas del draft 2024. A su vez, Austin Reaves añadiría versatilidad en el perímetro hasta el regreso de Lillard. La franquicia apostaría a un núcleo nuevo sin renunciar a competir a corto plazo.
En el otro extremo, los Lakers pasarían a ser candidatos inmediatos al título, con un tridente que combina físico, visión y liderazgo. La reconstrucción de los Pelicans también encontraría impulso, con espacio financiero y elecciones de draft valiosas. Aunque sea solo un simulacro, el intercambio propuesto parece tener lógica para todas las partes, y confirma que un movimiento como este no es descabellado en la actual NBA.
