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Kevin Durant paso adelante: los Spurs encaminados a unir talento y ambición

La superestrella de los Suns ya quiso irse en febrero a San Antonio y el interés mutuo reabre un escenario que promete sacudir la NBA

En un mercado de rumores que a menudo se parece más a un bazar turco que a una hoja de ruta racional, hay veces que una noticia atraviesa el ruido como una flecha certera. Kevin Durant quería ir a los Spurs. Y aún puede hacerlo.

La información la firma Shams Charania, oráculo mediático de la NBA, y no es menor: en febrero, Durant estuvo a un paso de recalar en San Antonio, en pleno intento de los Phoenix Suns por recolocarlo tras un proyecto frustrado. ¿Destino? Los de Wembanyama. Y lo más sorprendente no fue que los Suns lo ofrecieran. Fue que Durant dijo que sí.

Un sí con peso de anillo

A sus 35 años, KD sigue siendo una de las figuras más temidas y respetadas de la liga. Pero desde que dejó Golden State, su historial se ha llenado más de frustraciones que de finales. En Brooklyn, el experimento con Kyrie e Harden estalló en el aire. En Phoenix, la supernova ofensiva que formó junto a Booker y Beal apenas brilló.

Y ahora, quiere cerrar su carrera con un equipo competitivo, joven, con estructura… y con hambre. Exactamente lo que ofrecen los Spurs.

San Antonio: el equipo del futuro (y quizá del presente)

El escenario ha cambiado drásticamente en Texas. San Antonio ya no es la franquicia que hiberna entre reconstrucciones. Es un proyecto vibrante, con Wembanyama como faro, piezas como Devin Vassell, Stephon Castle (rookie del año), y dos selecciones de lotería en el próximo Draft (2ª y 14ª). Además, cuentan con espacio salarial y flexibilidad para construir un equipo campeón desde ya.

Y no olvidemos el detalle más jugoso: el joven técnico Mitch Johnson tiene carta blanca de Popovich, que ha pasado a las oficinas, pero sigue siendo el alma del proyecto.

Durant y Wembanyama: antítesis que se necesitan

¿Durant y Wembanyama juntos? Uno es un veterano con cicatrices doradas, el otro un prodigio que aún escribe el prólogo. Una antítesis casi poética: el hombre que lo ha ganado todo y el que aspira a escribir su leyenda. Pero precisamente por eso, encajan. KD no busca ser el sol del sistema, sino su mentor más letal. Y Wemby, con esa serenidad de sabio precoz, necesita a alguien que lo guíe entre las tormentas de la NBA real.

Kevin Durant
Kevin Durant

¿Una cuestión de cuándo, no de si?

La idea de Kevin Durant como Spur no es, por tanto, ciencia ficción. Ya hubo interés mutuo en febrero, y ahora que los Suns parecen listos para redibujar su proyecto tras otra temporada decepcionante, el movimiento cobra fuerza. San Antonio, con activos, espacio y un núcleo sólido, podría tirar la casa por la ventana por un jugador que les acerque al anillo de inmediato.

El final perfecto… o el último error

Para Durant, sería una forma magistral de cerrar el círculo: alejarse del drama mediático de grandes mercados y unirse a una franquicia discreta, estructurada y ambiciosa, en la que podría dejar un legado duradero y tal vez, un anillo más.

O, quién sabe, otro experimento fallido. Porque en la NBA, la línea entre el “proyecto ideal” y la “quimera glorificada” es tan delgada como una zapatilla en la línea de tres.

Pero si Kevin Durant realmente da el sí definitivo, no será por marketing. Será porque cree. Y si Durant cree… conviene que todos empecemos a mirar de nuevo a San Antonio.

Scariolo