Anthony Edwards es ya uno de los grandes nombres del baloncesto mundial en los próximos años, pero su vida fuera de las pistas ha comenzado a generar controversia
Anthony Edwards ha completado una temporada brillante con los Minnesota Timberwolves. Con solo 23 años, ya se ha consolidado como una de las grandes estrellas jóvenes de la NBA, llevando a su equipo a eliminar a Los Angeles Lakers de Luka Doncic y LeBron James. Por personalidad, mentalidad y estilo competitivo, muchos ya lo comparan con leyendas como Michael Jordan o Kobe Bryant. Sin embargo, no todo lo que rodea al escolta es baloncesto.
Lejos del parquet, el jugador estadounidense también ha sido protagonista, aunque por motivos completamente distintos. Anthony Edwards ha sido padre en cuatro ocasiones en menos de dos años. Cuatro hijos, de cuatro mujeres diferentes. Un hecho que ha comenzado a levantar ciertas dudas en el entorno de la NBA sobre su estabilidad personal.

La vida privada de Anthony Edwards sorprende en Estados Unidos
Pese a que su rendimiento deportivo no se ha visto afectado, la realidad es que su vida personal está empezando a generar ruido fuera de los vestuarios. Si bien el jugador ha querido mantener estos aspectos en la más estricta intimidad, la noticia ya ha comenzado a circular en varios medios estadounidenses, provocando reacciones encontradas entre los aficionados y dentro de la propia franquicia.
En Minnesota valoran su profesionalidad y su entrega absoluta en la pista. No hay quejas. Anthony Edwards sigue siendo el referente del proyecto, y su figura ha revitalizado a una franquicia dormida durante años. Pero existe mucho ruido en torno a su vida personal y sobre cómo podría afectar a su carrera en la NBA.
¿El próximo MVP estadounidense?
Durante las últimas temporadas, los mejores jugadores de la NBA han sido europeos. Desde 2018, cuando lo ganó James Harden, ningún estadounidense ha ganado el galardón. Giannis Antetokounmpo, Nikola Jokic, Joel Embiid y muy presumiblemente Shai Gilgeous-Alexander lo han ganado durante estos años. Pero pronto la situación podría cambiar.
Anthony Edwards es una de las grandes esperanzas del baloncesto estadounidense, pero no la única. Cade Cunningham también ha presentado su candidatura esta temporada. Ambos son el presente y el futuro del baloncesto norteamericano, que podría volver a dominar la NBA durante la próxima década si las lesiones les respetan.