Es noticia:

Caroline triunfa en First Dates buscando un hombre vegetariano que planche y lave

La última invitada del programa de citas llegó con la clara idea de que no le gustaban los españoles

El último programa de First Dates contó con la presencia de Caroline, una chica que llegaba con altas exigencias. De hecho, tales eran sus exigencias al llegar al restaurante que el propio Carlos Sobera se sorprendió, puesto que pocas veces acudían invitados con las ideas tan claras desde el principio.

Pero así era Caroline, una chica de 35 años con acento argentino pero que a su vez era medio brasileña y medio portuguesa. Y es que, desde el primer momento, la invitada de First Dates dejó claro que a ella no le gustaba planchar, por lo que quería a un novio que lo hiciera.

Caroline First Dates
Caroline sorprendió a Carlos Sobera con sus exigencias

Caroline, desencantada con los españoles

No obstante, esto no era lo peor, puesto que Caroline llegó a First Dates con la idea de que no le gustaban los españoles. Es por eso que prefería tener una cita con alguien de otro país, pues aseguraba que los españoles no encajan con sus ideas, por lo que temía que la relación no funcionara.

Y es que, tal y como aseguró, a veces los españoles son un poco machistas, con la cabeza cerrada y no les gusta viajar. Algo que es esencial para ella, puesto que de lo contrario no compaginarían. Pero tenía aún más exigencia, pues buscaba a un hombre que lavase, planchase, hiciese la comida y fuera vegetariano.

Caroline encuentra a su hombre en First Dates

De hecho, le aseguró a Carlos Sobera que si encontraba a un hombre así, se casaba en tres días. Para su cita, First Dates contó con Daniel, a quien el presentador le metió gran presión. Y es que le pidió que dejara bien alto el pabellón de los españoles tras las declaraciones de Caroline.

Finalmente, ambos decidieron tener una segunda cita, pues Daniel aseguró que el tampoco plancha la ropa, pues lo hace su madre. Algo que, sorpresivamente, le gustó a Caroline, pues tiene claro que ella no va a planchar la ropa de nadie porque no se lo permite “ni su ética ni su religión”.

Lorena Bernal