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El entrenador del Real Madrid dispuesto a morir por Gareth Bale

Le tiene una confianza enorme de cara a la recta final de la temporada

Para Zinedine Zidane la confianza en su plantilla juega un factor fundamental en el rendimiento en general. Gareth Bale es uno de sus pilares, y aunque no esté pasando propiamente por su mejor momento, es para el Real Madrid una pieza de desequilibrio, talento y muchos goles. La confianza está ahí y el francés pretende sacarle el mayor jugo posible.

De hecho se ha basado en un hecho en concreto, y son las prestaciones del galés de 30 años durante lo que lleva de estadía en la capital. Suele entregar su mejor rendimiento en la recta final de las temporadas, y para ello ha de ser especialmente fundamental poder tenerlo a disposición y sin contra tiempos.

Gareth Bale

Ni siquiera Marco Asensio puede cantar victoria y alzarse con ese hecho, más allá que su propio entrenador se atreviera a comparar su zurda con la de Messi. Ahora todos los caminos están abonados, y según explica alguien muy allegado al seno merengue, Zidane estaría dispuesto a morir con Bale si fuese necesario, al fin y al cabo el objetivo está cerca, la punta de LaLiga.

Zidane le ha sentenciado, de él depende su continuidad

Siguiendo con el orden habitual de lo mostrado hasta el momento, Zidane ha tratado de ser bastante consecuente con su pensamiento y con sus proyecciones. De hecho al saber que tiene entre manos y al conocer lo que podría entregarle, le ha lanzado una sentencia muy favorable entre otras cosas, de él depende y de su rendimiento poder culminar su contrato.

Los señalamientos estaban cayendo sin piedad y eso era algo que no se estaban pudiendo permitir. Los clubes interesados habían llegado a cuestionar los valores, y tan solo el Newscastle estaba al tanto con cifras realmente interesantes. Ahora el contexto cambia, y si todo sigue su orden regular, podríamos estar hablado de Bale hasta el final del verano del 2021.

Zidane

Trabajo, constancia y dedicación, son los tres factores que Zidane le exige a un Bale que se ha cansado de dar muestras de potencia, pegada y gol. Estos días le ha servido prácticamente de entrenador personal, y ha recalcado en sus virtudes para poder ahondar la profundidad en una de las bandas que tras la ausencia de competidores ha quedado a merced de muchas alteraciones.

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