Un hecho bastante complejo ha terminado rompiendo las relaciones entre los clubes que iban por buen camino
El día de ayer se anunciaba de forma traumática la ruptura de las relaciones entre el Bayern de Múnich y el FC Barcelona, producto de un hecho bastante confuso. Para los alemanes han pasado de ser unos aliados estratégicos a una competencia desleal luego de conocerse el manejo de algunos procesos rotos en relación a lo ocurrido con Philippe Coutinho.
Para un comienzo las cosas pintaban bien, los culés estaban por el orden de respetar los tratados, mucho más intentando que se llevara a cabo el ingreso producto del pase del brasileño. Pero una vez se ha comunicado la no extensión del trato, se ha iniciado una campaña que ha quebrantado un hecho real que tiene inmerso a un jugador del Ájax de Amsterdam.
Sergiño Dest es su nombre, y a sus 19 años está en carpeta del campeón alemán para llegar a la punta defensiva derecha la temporada que viene. No obstante, una vez quebrantado todo, el Barça ha decidido meterse de lleno, anteponiendo el bajo rendimiento de Semedo, y la posibilidad de adquirir una buena cantidad de dinero en su nombre.
La respuesta de Sergiño los ha dejado atónitos a todos
Desde el punto de vista institucional las decisiones están tomadas, eso es algo que no se puede esconder. Lo realmente preocupante es que el jugador ha sido cuestionado y ha respondido de una forma directa, prefiere al Barcelona, y eso es por un tema más de conceptos y afinidad con el estilo de juego.
No haber podido llevar cabo el trato entre clubes les ha hecho cambiar de parecer, y eso ha trastocado algunos temas de mucha más importancia. De hecho ya han existido algunos contactos, y los agentes del cuadro catalán ya conocen las facilidades y el valor que han impuesto para sellar el vínculo, un valor que no supera los 20 millones de euros.
De inmediato le han comunicado a las oficinas culés que de sellarse el acuerdo, su presidente, Josep María Bartomeu no será invitado al Oktoberfest, un evento al que viene asistiendo con regularidad gracias a las invitaciones lanzadas por Herbert Hainer. Tensión máxima se vive a esta hora en Alemania y en Barcelona, lo que pintaba prometedor se ha convertido en una pesadilla.
