El mediocampista ha brillado en su estreno, brindando una asistencia de absoluta calidad
Hoy no se habla de otra cosa en Francia que del estreno del ex jugador del FC Barcelona, Rafinha Alcántara. El mediocampista hispano-brasileño se ha bañado de calidad con el PSG, equipo que le ha acogido y con el que ha debutado metiendo una asistencia de antología para la apertura del marcador.
Su calidad ha quedado expuesta, su manejo en el medio es indudable, y la compenetración con sus compañeros en tan poco tiempo dice mucho de la clase de jugador que es. Un elemento que le habría servido mucho al FC Barcelona, y que ha dejado escapar gratuito, como para terminar de dar contexto a la mala gestión en su lugar.
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Ya lo había dejado ver en su paso por Balaídos. Rafinha había estado rindiendo a un nivel muy alto con la camiseta del Celta de Vigo. Allí jugó casi todo lo que le pusieron en frente y de la mano de Óscar García se ganó un lugar en la titular. Fue importante en el trabajo de salvación del club, que hasta la última jornada estuvo penando por no perder la categoría.
Su nuevo contrato va hasta el 2023, y ha incluido algunas condiciones de liberación un tanto altas. En su primer día de actividad oficial logró acumular 58 minutos de actividad, y vaya que fue suficiente como para hacerse notar. Estuvo activo, se vio dinámico, tuvo buena movilidad y supo interpretar siempre los movimientos de sus compañeros.
Bartomeu es acusado una vez más de no saber manejar el grupo de jugadores a conveniencia del club
En su momento habían posibilidades de venta por encima de los 17 millones de euros, incluso metiendo cesiones con alternativas ajustadas a esos valores. Pero increíble, nada le pudo servir a Bartomeu, que sin embargo le tuvo que ver partir de forma gratuita a una de las instituciones que mejores caudales de inversión impone en el mundo.
Atrás ha quedado su mal pasaje por clubes como el mismo Barcelona, el Inter de Milán y el citado Celta de Vigo. Rafinha parece haber encontrado su lugar en el mundo y parece estar demasiado contento con ello. Habrá que ver qué tanto más se han equivocado, qué tanto podrá salir al frente, y qué tanto estará dispuesto a demostrarle a sus ex jefes que se han equivocado.
