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Erik comensal más odiado de First Dates por su prepotencia extrema

El hombre llegó levitando gracias a su ego supremo confiado de que conquistaría sin problemas

El comensal de hoy tiene una autoestima bastante alta y en su léxico no maneja la palabra humildad, Erik decidió probar suerte en First Dates. Esperando encontrar una chica que pudiera adorarlo como a un Dios. “Yo me miro al espejo y me follaba” ha dicho el tarraconense con excesiva confianza.

El chico también comento que en su día a día no puede faltar su ida al gimnasio. “Soy una persona que me lo trabajo en el gimnasio cada día. Es como si tienes un Ferrari en la puerta de casa y lo tienes tapado. Lo que haces es enseñarlo. Pues yo, lo mismo”. Erik trabaja como mozo de almacén y dijo atraer muchas chicas pero en el amor no es muy afortunado.

Erik First Dates
En el privado Erik y Sana disfrutaron un momento muy agradable que fue determinante para su segunda cita

Erik el comensal sobrado que espera encontrar una chica con sus mismos hábitos en First Dates

El comensal que lleva una vida saludable y muy deportiva además seguro que la parte sexual es una de las cosas más importantes en una relación. “Día sí y día también debo de tener sexo, lo necesito” pero también busca ” una chica que sea parecida a mí, que le guste el fitness, buena dieta, simpática, graciosa”.

Para fortuna del egocéntrico chico, su cita fue una brasileña despampanante de nombre Sana. quien afirmó “No tengo problema a la hora de ligar, los chicos vienen solos. Cuando salgo, lo tengo que hacer perfecta porque, si no llamo la atención, me quedo en mi casa”. Erik quedó prendado de ella y sin embargo su ego relució en la cita.

A pesar de su autoestima exagerada, Erik ligó en First Dates y se llevo la segunda cita con Sana

En la mesa empezaron a hablar de experiencias con sus citas. Erik confesó “He estado con colombianas, alemanas, francesas… pero nunca con una brasileña”. Mientras que Sana contestó “”yo sí que he estado con chicos españoles”. La cita iba por buen camino y todo parecía indicar que se resolvería con éxito.

Hablaron de muchos temas en común y vieron que coincidían en casi todo, sobre todo en el deporte y el ejercicio donde se dieron cuenta que la cita terminaría muy bien. En la decisión final los dos tomaron la segunda cita. El chico argumentó  “me ha gustado mucho su manera de ser y que es muy guapa”. Mientras que la mujer confesó. “Me parece un chico muy natural”. Los sellaron el pacto con un apasionado beso.

Raquel Sánchez Silva