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Escándalo con las comilonas en el restaurante del presi del Athletic

Al mandatario se le acusa de estar enfocado en otros temas, incluyendo cifras escandalosas con ayuda del gobierno local

Vaya momento para exponer los negocios personales del presidente del Athletic Club de Bilbao, Aitor Elizegi que con su restaurante demanda demasiadas ganancias a partir de su cercanía con el mandato local. Su local, ubicado en la plaza Ante Nagusia y cerca al partido Nacionalista Vasco, asume ingresos de hasta 40.000 euros en solo instituciones estatales.

La llegada del cocinero ha revolucionado el mercado, sobre todo por el costo de las comidas, y por los altos presupuestos que afloran las instituciones de inversión allí. Se asume que este valor sale reflejado de algunas negociaciones que se han gestado, y de muchas reuniones informales que dan a entender un mal manejo de los recursos.

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Escándalo por el presupuesto del alcalde salpica al restaurante del presidente del Athletic

Justamente es la autoridad máxima de la ciudad el que más gasta dinero en dicho recinto. Un promedio de 2.000 euros anuales reflejan que está inmerso en la gastronomía del presidente de los leones. Y es que el restaurante apuesta por especializarse en: bacalao al pilpil o las kokotxas de merluza, platos de alta cocina que son muy valorados por estos días.

Allí ofrecen degustaciones por 38 euros, y es evidente que ha ido a más en este último año. Pero lo extraño del análisis es que la gula de todos los activos políticos se ha activado a partir del conocimiento de las bases del restaurante, es decir, a partir de saber que es propiedad de Elizegi. Un tema que para la gente del común ha empezado a ser sospechoso y ha ingresado a la lupa de obervación.

Los presupuestos adjudicados del gobierno son exorbitantes

En líneas generales, el gobierno vasco ha delegado un gasto total de 37.308.20 euros en contratos y subvenciones de la entidad Baielizegi S.L, la misma que posee tres restaurantes en toda la ciudad. El paso de cuenta aparece registrado como: atenciones protocolarias y representativas, que al parecer no corresponden a la identidad del gasto.

Un gasto continuado que tiene a la población en jaque, y que ha despertado el interés de algunos activistas ciudadanos. Mucho más al momento de ver la excusa y los conceptos utilizados para este tema. Se acusa de un abuso de autoridad, metiendo pagos exactamente iguales en repetidas oportunidades. Tema muy caliente y con trasfondo.

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