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Fulminan a Sergio en First Dates por hacer de Anna una mujer objeto

La comensal de perfil romántico quedó bastante decepcionada con la cita que le tocó

Decepción y tristeza, así se puede definir la cita entre Anna y Sergio, la cual se centró en lo diferente que eran y en los objetivos en contravía que buscaban en First Dates. La catalana llegó al dating show buscando un hombre que le importará más los sentimientos que lo banal. Pero en su desagradable sorpresa encontró algo muy distinto.

La comensal era tan idealista y tan romántica que aseguró. “Cuando era pequeñita decía que cuando fuera mayor quería casarme, tener dos niñas… ya las tengo, pero el padre nos abandonó, no sé lo que es casarse y, como soy una romántica empedernida, me ha faltado mi día vestida de blanco” sentenció la ilusionada barcelonesa.

 First Dates Sergio
Anna afirmó que su cita se la pasó viendo más sus pechos que su cara, “fue incomodo” exclamó la comensal.

Sergio se centró en todo lo que no quería Anna que se fijará su cita en First Dates

Como lo mencionamos anteriormente, la comensal quería encontrar alguien especial y que se fijará en lo interior y no en lo exterior. Lamentablemente Sergio resultó ser todo lo contrario. En primer lugar, el natural también de Barcelona, comentó que lo que más le gusta es el sexo. “Es mi gran pasión, me gusta, me encanta”. La cara de Anna ya temía como iba a terminar la cita, sin embargo para estar segura, lo que vino después la convenció de que la velada acabaría mal.

“Me gustan altas, tipo azafatas. Como los maniquís de Mango, pero con un poco más de pecho, como Anna, que iba muy bien dotada…” exclamó Sergio. La cara de la mujer cada vez era de decepción y aburrimiento, Le he preguntado de donde era y él estaba embobado mirando a las camareras, diciéndole a Lidia que era muy guapa…” sentenció algo enfadado la catalana.

Anna exclamó que Sergio es el típico hombre que viene a First Dates en busca de una sola cosa, sexo

A como avanzaba la cita, Anna se iba convenciendo que de aquí no saldría nada bueno. “Creo me ha mirado más las tetas que la cara, que me suele pasar, pero en un sitio así esperaba a alguien que me intentara conocer a mí, no a mi cuerpo” dijo la mujer. En la mesa el único tema que tocaba Sergio era sexo, sexo y más sexo. Esta bien que el tema sea importante, pero el comensal se encargó de aburrir a la chica.

Como era de esperarse, en la decisión final el comensal tuvo la gallardía de atreverse a pedir una segunda cita, cuando era consciente de que la chica no lo pasó nada bien. “Me gustaría tener una segunda cita con ella porque es una chica muy maja, atractiva, divertida y se merece un sí”. Mientras tanto, la barcelonesa pensaba “que cinismo”. Obviamente su respuesta fue un “no” rotundo puesto que argumentó “buscamos cosas diferentes”.

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