El central franco-español prioriza volver a la Champions y ser protagonista en año de Mundial
Aymeric Laporte quiere volver a Europa. El defensor internacional ha decidido buscar un nuevo destino este verano y su intención pasa por regresar al primer nivel competitivo. Según fuentes próximas al entorno del jugador, el Olympique de Marsella es ahora su opción preferida, atraído por el proyecto deportivo del club francés, su clasificación para la UEFA Champions League y la posibilidad de convertirse en uno de los líderes del equipo en plena temporada mundialista.
Tras su etapa en el Manchester City y su paso por Arabia Saudí, Laporte busca una liga exigente y visibilidad internacional. En Marsella, tendría minutos, protagonismo y escaparate continental, los tres ingredientes que hoy necesita para mantenerse en el radar de Luis de la Fuente de cara a la lista definitiva para el Mundial 2026.
El Athletic lo respeta… pero no lo necesita
Mientras tanto, en Bilbao, su nombre ha sonado con fuerza en los últimos meses como uno de esos regresos soñados que emocionarían a la afición. Sin embargo, la dirección deportiva del Athletic y el cuerpo técnico de Ernesto Valverde han cerrado la puerta a esa posibilidad.
El motivo no es deportivo, sino estructural. El club considera que la zona central de la defensa está equilibrada y bien jerarquizada. Con Yeray Álvarez, Dani Vivian, Aitor Paredes y un posible regreso de Unai Núñez, el Athletic no quiere añadir otro perfil que altere esa armonía. Laporte, por jerarquía, peso mediático y expectativas de minutos, supondría una tensión innecesaria para una defensa que ahora mismo funciona y no necesita competencia de ese calibre.
El rol de cuarto central está pensado para Núñez, quien llegaría desde el Celta para asumir un papel discreto pero valioso, sin exigir protagonismo inmediato. Laporte, por el contrario, requeriría minutos de calidad, presencia regular y probablemente un salario fuera del encaje actual del club.

Una despedida tácita
Aunque Laporte siempre ha mantenido un vínculo emocional con el Athletic, lo cierto es que su regreso parece definitivamente descartado por ambas partes. El club quiere mirar hacia el futuro con los recursos que ya tiene y el jugador ha puesto rumbo a un proyecto europeo donde volverá a sentirse protagonista.
Marsella aparece como la mejor salida para un jugador que aún tiene fútbol en las botas y ambición intacta en la mirada. En San Mamés, por ahora, no quieren más gallos en el gallinero defensivo. La jerarquía ya está definida, y el equilibrio no se toca.