Valverde pierde a medio equipo por problemas físicos y sanciones en un momento clave de la temporada
El Athletic Club atraviesa una de las peores crisis de lesiones de los últimos años. A medida que se acercan compromisos decisivos, Ernesto Valverde ve cómo casi la mitad de su plantilla pasa por la enfermería, afectando especialmente a figuras clave como Aymeric Laporte e Iñaki Williams.
Seis jugadores fuera de combate y un sancionado
El conjunto rojiblanco acumula hasta seis lesionados confirmados: Laporte, Iñaki Williams, Iñigo Lekue, Beñat Prados, Unai Egiluz y Yeray Álvarez, este último sancionado tras un positivo y sin posibilidad de jugar hasta abril.
Además, otros futbolistas como Sancet, Nico Williams, Álex Berenguer, Iñigo Ruiz de Galarreta, Mikel Vesga, Unai Gómez y Paredes se han perdido algún partido reciente por distintos contratiempos físicos, lo que eleva a doce los jugadores afectados en lo que va de temporada.
“Las lesiones son el precio que hay que pagar por jugar en Europa y tener muchos encuentros”, reconoció Valverde tras la última sesión en Lezama.
La defensa, el gran foco del problema
La zaga es la zona más castigada. Con cuatro defensas lesionados y un sancionado, Valverde solo dispone de dos centrales disponibles para el próximo encuentro. La reciente lesión de Aymeric Laporte, que se perderá el derbi ante la Real Sociedad, agrava la situación en una línea que ya mostraba síntomas de sobrecarga.
La recuperación del esguince de Laporte se presenta complicada. La articulación se encuentra inflamada y con falta de movilidad, por lo que necesitará unos días de inmovilización funcional, descompresión y masaje linfático. Según los servicios médicos, es difícil que llegue al partido ante el Newcastle, lo que supone una baja sensible también en Europa.
El técnico bilbaíno deberá recurrir a canteranos o probar alternativas tácticas para recomponer un equipo mermado pero obligado a competir. Con una plantilla de 27 jugadores, el Athletic encara un desafío mayúsculo en este inicio de campaña, marcado por el desgaste físico y la exigencia del calendario europeo.
