Cinco pretendientes y una única oferta: el regreso del de Leioa se cocina en Lezama
En un mercado donde los clubes hacen malabares entre el sentimentalismo y la rentabilidad, el Athletic Club ha puesto sobre la mesa su apuesta por Borja Sainz. Eso sí, lo ha hecho a su manera: sin florituras, sin subastas, sin titubeos. La oferta es clara, firme y, según fuentes de GOL digital, inamovible: menos de 10 millones de euros incluyendo bonus, contrato por cinco temporadas y un salario progresivo que arranca en dos millones y culmina en tres en el último curso, con incentivos añadidos.
El club rojiblanco no piensa entrar en guerras de pujas ni dejarse arrastrar por el frenesí del mercado. No es solo una cuestión de dinero. Es, como tantas veces en San Mamés, una cuestión de pertenencia. Borja Sainz, de Leioa, sabe que esa camiseta no se compra, se hereda. Y él parece dispuesto a transigir para enfundársela de nuevo.
Cinco equipos interesados en Borja Sainz
Tras su excepcional temporada en las filas del Norwich City, varios equipos han mostrado interés en su fichaje. Según hemos podido conocer, actualmente hay cinco clubes tras sus pasos. No es para menos, pues Borja Sainz viene de completar una temporada excepcional en Championship, donde ha sido uno de los máximos goleadores.
Con 18 goles, Borja Sainz ha sido el segundo máximo goleador del campeonato, a tan solo uno de Joël Piroe, quien ha sido el Pichichi de Championship. Sus números son extraordinarios, pues no es un delantero centro. Es por eso que es lógico que importantes clubes de superior categoría se hayan interesado por su fichaje.
Un regreso con aroma a raíces y cláusulas firmes
Tal y como hemos comentado, cinco equipos han mostrado interés por el extremo, algunos con mejores cheques, pero no necesariamente con mejor historia. El Athletic juega su baza con el poder de lo simbólico: volver al club donde empezó, crecer bajo la atenta mirada de un nuevo proyecto deportivo más ambicioso que nunca y convertirse en el nuevo estandarte de una banda que no quiere vivir solo de Nico Williams.
Borja Sainz parece entenderlo. No ha exigido un salario desorbitado. No ha puesto condiciones leoninas. Ha respondido al gesto con predisposición. En un fútbol donde el corazón suele pesar menos que la prima de fichaje, este posible retorno tiene algo de gesto romántico y también algo de cálculo fino.
El Athletic, en tiempos de inflación emocional y mercantil, vuelve a jugar la carta que mejor conoce: la identidad. Si Borja acepta, no será solo un fichaje. Será una declaración de principios de un futbolista que comenzaría con muy buen pie en San Mamés, que podría caer rendido ante un jugador que viene de maravillar en una liga tan complicada como la Championship.
