La designación del árbitro alemán Daniel Siebert para el duelo de vuelta entre Manchester United y Athletic Club en las semifinales de la Europa League ha encendido las alertas en Bilbao
El Athletic Club se juega el todo por el todo en la vuelta de las semifinales de la Europa League, pero la designación del árbitro alemán Daniel Siebert ha reavivado los temores en Bilbao. El choque ante el Manchester United, que se disputará este jueves en Old Trafford, viene precedido por la polémica actuación del colegiado noruego Espen Eskas en la ida, donde las decisiones arbitrales generaron un clima de evidente malestar en San Mamés.
La inquietud no es menor si se analizan los datos. Esta temporada, entre Champions League y Europa League, Siebert ha dirigido ocho encuentros y en todos ellos el equipo local salió vencedor. Esa racha perfecta a favor del anfitrión alimenta la idea de que, más allá del reto deportivo, el Athletic podría enfrentar también una tendencia arbitral poco favorable.
Precedentes que no tranquilizan al entorno rojiblanco
Lo que más inquieta al entorno del equipo bilbaíno no son solo los números, sino los antecedentes disciplinarios del colegiado. En cinco de sus últimas participaciones europeas, Siebert expulsó a futbolistas del equipo visitante. Casos como los de Brujas, Braga o Bodo/Glimt refuerzan la percepción de que sus decisiones pueden llegar a inclinar la balanza en partidos de alto voltaje.
Aunque Siebert nunca ha arbitrado al Athletic Club, sí tiene un antecedente con el Manchester United. Fue en la pasada edición de la Europa League, en el duelo ante el Real Betis, que terminó con un 4-1 en favor del conjunto inglés, precisamente en el mismo escenario. Un detalle que suma inquietud ante una eliminatoria ya cuesta arriba para los de Ernesto Valverde.
Ambiente enrarecido antes del encuentro
En Bilbao no se ha presentado una queja formal ante la UEFA, pero el sentimiento de injusticia es evidente entre aficionados y medios locales. Se percibe que, más allá del fútbol, el contexto arbitral podría jugar un papel clave en la resolución de esta eliminatoria. Ante un 0-3 en contra, cualquier desequilibrio en el arbitraje podría ser determinante para frenar una posible remontada.
Sin embargo, la afición rojiblanca espera un partido justo, pero teme que la elección de Siebert no garantice condiciones de igualdad. Con un ambiente ya tensionado desde la ida, la sensación es que el Athletic Club necesitará no solo un gran rendimiento, sino también que el árbitro no condicione el desarrollo del juego. La imparcialidad, en estos niveles, debería ser una garantía incuestionable.
