Pone en marcha la maquinaria para frenarle el fichaje al Atlético de Madrid
El Atlético de Madrid se prepara para un mercado de fichajes intenso, agitado por el impulso de disputar el Mundial de Clubes y la necesidad de reforzar la defensa con una pieza de jerarquía. En la cima de su lista brilla con fuerza un nombre: Cuti Romero, el central argentino del Tottenham Hotspur. Aunque el defensor tiene contrato hasta 2027, el jugador no oculta su deseo de jugar en el Atlético, lo que ha activado las alarmas en Londres. Allí, la entidad presidida por Daniel Levy ha puesto en marcha toda su maquinaria para frenar el fichaje, en una operación que ya se anticipa como uno de los posibles culebrones del verano.
La estrategia del Tottenham es clara y contundente. Mientras el club celebra su clasificación a la próxima Champions League, tras ganar la UEFA Europa League, prepara una oferta de renovación para Romero con una mejora de sueldo sustancial. El objetivo es asegurar su permanencia y disuadir al Atlético de cualquier intento de seducción. Por su parte, el CEO rojiblanco, Miguel Ángel Gil Marín, ya ha pedido reunión directiva con Levy para explorar caminos viables en la operación. Pero los ingleses son tajantes: si Romero no renueva, su precio de salida será de 50 millones de euros, una cifra que pone a prueba la ambición colchonera y limita sus movimientos.
Otras opciones… por si Cuti no aterriza en el Metropolitano
Sin embargo, en los despachos del Atlético nadie es ingenuo. Aunque el fichaje de verano soñado es Romero, el club trabaja con pragmatismo y ya baraja opciones alternativas en caso de bloqueo definitivo. Una de ellas es Piero Hincapié, central del Bayer Leverkusen, joven, sólido y con proyección. Su perfil gusta y encajaría en una defensa que busca músculo y salida limpia. Pero el objetivo sigue siendo Cuti.
Lo que está claro es que el equipo madrileño ha tomado nota del contexto. Romero no solo encajaría como anillo al dedo en la sala de máquinas defensiva del Cholo Simeone, sino que traería consigo el prestigio de un campeón del mundo, con experiencia internacional y temple para partidos grandes. Ficharlo sería, sin duda, una incorporación estratosférica. Pero también un pulso de poder entre dos clubes que no están dispuestos a ceder ni un metro.
Así, mientras se avanza entre filtraciones, estrategias y declaraciones cruzadas, el balón está en el tejado del Tottenham… pero también en el del deseo del propio jugador.
