El club busca una imagen más seria y profesional en su comunicación pública
El Atlético de Madrid ha decidido dar un giro importante en su política de comunicación. Según fuentes internas, el club quiere limitar las declaraciones públicas de Enrique Cerezo, presidente rojiblanco, para reforzar una imagen institucional más seria y coherente.
Durante años, las intervenciones de Cerezo a menudo espontáneas y polémicas han generado titulares incómodos y mensajes contradictorios respecto a la línea oficial del club. Por ello, desde la dirección consideran que “quitarle el micrófono” es una medida urgente y necesaria para fortalecer la credibilidad de la entidad.
Mateu Alemany asumirá el papel de portavoz del Atlético
El encargado de ocupar ese espacio será Mateu Alemany, actual director general, quien se convertirá en la voz pública del Atlético de Madrid. Alemany será quien hable en las previas de los partidos, ofrezca valoraciones institucionales tras los sorteos y defienda tanto al entrenador Diego Simeone como a los jugadores ante los medios.
Con una amplia experiencia en gestión deportiva y comunicación estratégica, Alemany aportará discreción, claridad y rigor al mensaje del club. La idea es proyectar una imagen moderna y alineada con los grandes clubes europeos, donde los dirigentes evitan declaraciones impulsivas que puedan generar controversias.
Un cambio necesario para un club en transformación
La decisión coincide con un momento clave para el Atlético de Madrid, que busca consolidar su modelo deportivo y financiero mientras refuerza su marca global. El club considera que este paso es esencial para mejorar la percepción pública y reducir el ruido mediático que a menudo acompaña a sus comparecencias institucionales.
En el Metropolitano lo tienen claro: Cerezo seguirá como figura representativa, pero Alemany será la voz del presente y del futuro rojiblanco. Una decisión que muchos aficionados ya califican como “el primer fichaje de sentido común de la temporada”.