Quieren repetir el efecto, bajo costo y altas prestaciones
Si hay algo que caracteriza en estos momentos la gestión del Atlético de Madrid, es la capacidad de su cuerpo técnico para sacar petróleo de donde los demás no hallan sino arena. Pasó con Marcos Llorente, jugador por el que pagaron 40 kilos y terminó convirtiéndose en fundamental del esquema tras el partido en Anfield.
Y ahora mismo van por otro más, en el mismo sitio de referencia y por valores que no trascienden más de los referenciados. Se trata de Mariano Díaz, quien busca una alternativa de competencia para llegar a punto a su torneo fetiche, la Eurocopa de naciones pactada a realizarse el año que viene.
Los temores merengues ponen una piedra en el zapato a la operación
Hasta ahora es claro el panorama, Zidane no le va a incluir en sus planes, y el jugador tampoco piensa extender más su obstinado pensamiento de triunfo en la Casa Blanca. Salir le haría bien y al menos de momento así es como se deja llevar la situación. Para ello debería buscar interesados y ya hay uno que se ajusta a la perfección.
Simeone lo ha inclinado todo, y en reuniones telemáticas con sus jefes ha propuesto el nombre de Mariano como una alternativa. Se le pone al corte al tema Lacazette y al tema Cavani. Sin embargo, los jefes merengues tienen temores, y no consideran entrar en ridículo una vez más como lo han hecho con Llorente. Sacado de taco por Zizou, es ahora mismo uno de los fijos en el esquema rojiblanco semana a semana y consideran que hubiesen podido sacar una mejor tajada.
Mariano no ve la hora en que se desenrede el asunto y colgarse la elástica de su nuevo club
El valor acordado es de 30 millones de euros, la misma cifra que ha estado en el ojo del huracán en los últimos tiempos. Para alguien que a sus 26 años ha perdido toda ilusión de ganarse un puesto, está más que bien, y hasta sacarían una ventaja participativa del doble contando lo que han pagado en Francia por su fichaje hace unas cuantas campañas.
Ya han existido unos acercamientos entre agentes del club y el jugador, y tal parece en este momento depende absolutamente de Florentino Pérez y su sesgada percepción del tema. A buen momento, en plena crísis y con la necesidad de venta en estos casos fortuitos por parte del más veces ganador de la Champions, todo para alcanzar los objetivos del verano en el mercado.
