Julián Álvarez aprende de Leo Messi

La Araña viaja a Miami con la Selección Argentina y se sincera sobre Messi, la paternidad y su crecimiento personal

Julián Álvarez ya está rumbo a Miami para concentrarse con la Selección Argentina, que enfrentará a Venezuela y Puerto Rico en esta fecha FIFA. El delantero del Atlético de Madrid regresa a una lista de Lionel Scaloni, reafirmando su papel como una de las piezas ofensivas más importantes de la campeona del mundo.

Su último mes ha sido una montaña rusa: erró un penalti ante el Mallorca, respondió con un hat-trick frente al Rayo Vallecano, y se consagró en el derbi madrileño ante el Real Madrid, donde marcó de falta y de penalti en una actuación estelar. “Son partidos que uno sueña con jugar… y más aún, con ganar”, confesó la Araña.

Su vínculo con Messi: respeto, aprendizaje y una anécdota inolvidable

En el podcast de Jero Freixas, Julián Álvarez habló sin filtros sobre su relación con Lionel Messi. Contó la historia detrás de aquella asistencia al capitán en un amistoso ante Venezuela:

“Le di el pase porque era Leo, se despedía de la Selección. Si no era él, pateaba al arco.”

Entre risas, recordó:

“Cuando controlé, lo vi y pensé: si la tapaba, Leo me iba a putear.

Álvarez reconoció que Messi es su modelo dentro y fuera del campo: “De Leo aprendí todo: cómo entrenar, cómo competir, cómo manejar los momentos difíciles.”

Un momento personal único: “Es hermoso ser padres”

Fuera del campo, el argentino atraviesa una etapa especial junto a su pareja María Emilia Ferrero, con quien espera su primer hijo.

“Estamos felices. Yo más tranquilo, capaz Emilia un poco más nerviosa. Es hermoso ser padres.”

El delantero destacó el apoyo de su familia, que se encuentra en Madrid, y confesó que la estabilidad personal lo ha ayudado a crecer también como futbolista.

Entre confesiones, Julián reveló que no tiene tatuajes, una rareza en el fútbol moderno: “Nunca me llamaron la atención, y mis padres no querían que los tuviéramos.”

De Calchín a la élite: el viaje que cambió su vida

Recordó sus inicios con nostalgia:

“La decisión más difícil fue irme de mi pueblo a River. Tenía 15 años y todo fue muy rápido: inferiores, reserva, debut y gol.”

Hoy, con 25 años y una carrera en ascenso, Julián Álvarez combina madurez, humildad y ambición. “De Messi aprendí a disfrutar el camino”, dijo. Y el camino, sin duda, recién empieza.