Ambos siguieron juntos el triunfo del Atlético Madrileño 3-1 ante el Juventud Torremolinos y dejaron ver su sintonía en el diálogo
La escena en Alcalá de Henares no pasó desapercibida. Mateu Alemany y Carlos Bucero compartieron palco durante el partido que enfrentó al Atlético Madrileño y al Juventud Torremolinos, resuelto con victoria local por 3-1. No fue solo una visita protocolaria: los dos directivos siguieron el encuentro con atención, comentando jugadas, intercambiando impresiones y mostrando una coordinación que empieza a dibujar un nuevo eje de poder en el entorno rojiblanco.
El gesto no es menor. Alemany, recién incorporado al área deportiva del Atlético de Madrid, parece decidido a implicarse desde la base, conociendo de primera mano el trabajo de las categorías inferiores. A su lado, Bucero, responsable directo de la estructura formativa, mantiene una relación fluida con el balear, lo que sugiere una colaboración estrecha y bien engrasada.
Una sintonía que apunta al futuro deportivo del Atlético
Durante el encuentro, las imágenes de ambos conversando con naturalidad alimentaron la percepción de que Alemany marcará la línea final en las decisiones deportivas, al menos en los asuntos estratégicos. Su llegada, de hecho, responde precisamente a ese propósito: aportar criterio, jerarquía y una visión global al proyecto.
En el club se valora esta dupla como un tándem potente y complementario, capaz de unir la experiencia de Alemany en la gestión de élite con el conocimiento interno de Bucero sobre la cantera. La comunión entre ambos podría ser clave para definir el futuro inmediato del Atlético, desde el primer equipo hasta su estructura juvenil.
