El Atlético de Madrid firma una victoria de carácter en Champions con Julián Álvarez decisivo y Llorente sentenciando en el descuento

El Atlético de Madrid remonta sensaciones en Champions League con goles de Julián Álvarez, Conor Gallagher y Marcos Llorente ante la Union Saint-Gilloise

A veces, un partido vale más por el gesto que por la pizarra. Lo del Atlético de Madrid ante la Union Saint-Gilloise fue justo eso: carácter, empuje y una victoria que, más allá de los tres puntos, vuelve a conectar al equipo con esa sensación tan suya de remar, sufrir y terminar ganando. De menos a más, como tantas noches del Cholo.

El duelo arrancó con nervios. El Atleti necesitaba ganar en un Riyadh Air Metropolitano que sabía que esta UEFA Champions League no deja segundas oportunidades. La presión se notaba en cada pase, en cada pérdida, en cada cara. El equipo belga salió encerrado, esperando su momento al contragolpe, y en los primeros minutos hasta rozó el susto con una llegada de Kevin Rodríguez. Pero poco a poco el Atlético fue empujando el partido hacia el lugar donde le interesa: cerca del área rival.

La recompensa llegó en el minuto 39. Un contragolpe perfecto, guiado por Giuliano Simeone, acabó en un pase al corazón del área. Julián Álvarez apareció como un cuchillo, controló y definió. Gol, alivio, grito y descanso con 1-0.

La segunda parte reparte tensión, sustos y un final de locura con gol de Marcos Llorente en el añadido

El segundo acto tuvo esa sensación de montaña rusa tan típica del Atleti. Dominar, sufrir, correr, volver a dominar. Otra vez Giuliano Simeone avisó con un disparo cruzado, pero la sentencia no llegaba. Y ya se sabe: cuando no matas el partido, te expones.

El 2-0 llegó al 72’. Otro contragolpe. Álex Sørloth remató, la pelota rebotó en un defensa y el balón quedó muerto para Conor Gallagher, que fusiló la red como si llevase años en el equipo. Respiró el Metropolitano. Aunque duró poco.

El Union Saint-Gilloise encontró oro en una falta lateral. Balón colgado por Sofiane Boufal y cabezazo de Ross Sykes. 2-1. Otra vez tensión, otra vez uñas mordidas, otra vez ese Atleti que parece empeñado en jugar con el corazón de su gente. Oblak tuvo que salvar un remate de Louis Patris y el silencio duró un segundo… hasta el 96’.

Minuto final. Contragolpe letal. Balón filtrado, campo abierto, piernas cansadas, pero fe intacta. Marcos Llorente encaró, definió y cerró la noche con el 3-1. Y ahí sí, estallido total. Tres puntos, alma recuperada y media clasificación en el bolsillo.

El once del Atlético de Madrid, la lectura de Simeone y un calendario que aprieta con Inter de Milán en el horizonte

La noche también dejó otro mensaje: el banquillo respondió. El Cholo Simeone cambió piezas, metió piernas frescas, y ahí se abrió la brecha final. Thiago Almada, Gallagher, Sørloth, Marcos Llorente… todos sumaron. El Atleti terminó con más empuje del que empezó, algo que no siempre ocurre esta temporada. Ese detalle vale su peso en oro.

La clasificación queda así: Atlético de Madrid, 6 puntos; Union Saint-Gilloise, 3. La próxima parada será de vértigo: Inter de Milán visita el Metropolitano en la jornada 5. Ni el marcador ni el juego permiten relajación, pero una cosa queda clara: este Atlético sigue muy vivo.

La Champions, al final, es eso: noches de sufrimiento, goles en el descuento y esa sensación de que el equipo nunca baja la cabeza. Y con eso, al Atlético siempre hay que contarlo.