Golpe, susto y un nuevo rompecabezas para Simeone: la lesión de Le Normand obliga al Atlético a mover fichas en defensa

El Atlético de Madrid respira tras el susto de Robin Le Normand, pero la hiperextensión de rodilla abre un nuevo frente en la defensa rojiblanca

Hay victorias que se celebran con prudencia, y la del Atlético de Madrid ante la Union Saint-Gilloise fue exactamente así. El equipo ganó, sumó tres puntos valiosos en UEFA Champions League, el Metropolitano volvió a rugir… pero a los 25 minutos apareció la escena que nadie quería ver: Robin Le Normand sentado, con gesto serio y la rodilla izquierda tocada. No hubo choque feo ni torsión aparatosa. Fue un golpe, una hiperextensión, de esas que parecen pequeñas… pero que pueden cambiar una semana entera de planificación.

En ese instante, Diego Simeone tuvo que alterar sus planes. La idea era darle descanso a José María Giménez, que arrastraba desgaste y minutos acumulados. Pero la lesión no dio opción. Giménez saltó al césped sin calentar, sin previsión, sin guion previo, como tantas veces en su carrera. Entró, sostuvo, sufrió, salvó, y al terminar fue de los primeros en buscar noticias sobre su compañero.

Lo que escuchó y después contó fue un alivio para todos.

La voz de Giménez tranquiliza al vestuario: “Parece un susto, ojalá quede en eso, lo necesitamos”

Al acabar el partido, el uruguayo habló en zona mixta. Y su tono era claro: dentro del vestuario había cierta tranquilidad.
“Por lo que pude escuchar, hay noticias alentadoras”, dijo. Lo repitió dos veces. “Puede que sea un pequeño susto, ojalá, Dios quiera”.

El parte médico del club lo confirmó poco después: “traumatismo indirecto (hiperextensión) en la rodilla izquierda”, pendiente de valoración en las próximas horas. Nada de rotura, nada de intervención urgente. Habrá pruebas, pero el primer diagnóstico apunta a una lesión molesta, no grave. Para un equipo que todavía está dando forma a su defensa después de tantas bajas, es casi un balón de oxígeno.

El propio Atlético lo publicó en sus canales oficiales durante el descanso, lanzando calma a la afición. Lógicamente, habrá que esperar a ver si Le Normand llega o no al fin de semana, pero dentro del vestuario el mensaje es de optimismo moderado.

Si Le Normand descansa, Simeone deberá elegir acompañante: Hancko convence, pero Lenglet conoce el puesto

La otra consecuencia es deportiva. Si el central español no llega al partido de Liga frente al Levante, el rompecabezas vuelve. Giménez será fijo. El “problema” es quién lo acompaña.

Las dos opciones principales son claras:

Dávid Hancko, el eslovaco recién llegado, que ya ha dejado buenas sensaciones. Fuerte al choque, rápido en campo abierto y con buen entendimiento con Giménez. De hecho, compartieron zaga tras la lesión, y Simeone quedó satisfecho. Su perfil encaja en una defensa que, sin Le Normand, pierde un poco de liderazgo pero gana agresividad.

Clément Lenglet, que ya fue pareja de Giménez el curso pasado cuando Le Normand estuvo fuera por más de dos meses tras el traumatismo craneal. Es zurdo, tiene salida limpia y entiende el sistema. Es experiencia pura. Lo que pierde en físico, lo gana en lectura.

Simeone no ha decidido aún, pero la tendencia dice que Hancko parte con ventaja. Más ritmo, más piernas, más feeling reciente.

Una victoria que vale más que tres puntos: confianza, jerarquía y una defensa que vuelve a demostrar carácter

Más allá del susto, el partido dejó detalles que el cuerpo técnico valora mucho. El Atlético supo sufrir, volvió a imponerse en balón parado, manejó el marcador y terminó fuerte. Hay noches donde la defensa se convierte en identidad, y esta fue una de ellas.

Giménez se vio forzado a entrar sin calentar, pero respondió con la fiereza de siempre. Hubo algún susto, algún balón suelto en el área, pero también una sensación: el Atlético tiene alma de equipo duro incluso cuando el plan se rompe.

Si las pruebas confirman que Le Normand solo necesita descanso, será una gran noticia. Su jerarquía es enorme y su química con la línea defensiva está creciendo partido a partido. Pero incluso si se pierde un partido, el Atlético tiene alternativas reales. No es lo ideal, pero tampoco un drama.

La Champions no da tregua, la Liga aprieta, y el calendario ofrece poco espacio para pensar. Pero el golpe quedó en susto, Giménez respondió, y Simeone sabe que su defensa sigue viva.