El técnico argentino defendió el espíritu del Atlético pese a la derrota y explicó su expulsión por los insultos desde la grada
Diego Pablo Simeone compareció ante los micrófonos de Movistar después de la derrota por 3-2 frente al Liverpool en Anfield, en el debut de la Champions League. El Atlético comenzó de la peor manera, encajando dos goles en apenas cuatro minutos, pero logró reaccionar gracias al eterno idilio de Marcos Llorente con el estadio inglés.
El madrileño recortó distancias justo antes del descanso y, en la recta final, los rojiblancos alcanzaron el empate que desató la euforia en el banquillo. Sin embargo, en el tiempo añadido apareció Virgil van Dijk para firmar de cabeza el tanto de la victoria local, dejando helado al Atlético y provocando la locura en The Kop.
Orgullo en la derrota
Simeone quiso rescatar lo positivo pese al desenlace:
“El equipo no empezó bien, pero supo reaccionar. Con el espíritu, el trabajo y la calidad de los chicos equilibramos el partido. Nos íbamos al descanso con 2-1, alentador. En el segundo tiempo crecimos, sufrimos contragolpes, pero sostuvimos el partido hasta el empate. El golazo de Virgil nos deja con sabor amargo, pero con el espíritu que necesitamos en el Atlético”.
El argentino subrayó que la actitud del grupo fue ejemplar: “Fuimos capaces de pelearlo, de trabajarlo, de lucharlo hasta el límite. Si tenemos que perder, que sea así”.
Los insultos y la expulsión
Más allá de lo futbolístico, el técnico explicó su expulsión en Anfield tras encararse con la grada rival:
“Te insultan todo el partido desde atrás del banco. No es justificable mi reacción, pero no es fácil aguantar 90 minutos de insultos y gestos. Espero que el Liverpool identifique a esas personas y haya consecuencias. Yo, por mi parte, debía haberme mantenido más calmo”.
El incidente no empañó su análisis general: Simeone insistió en que “en campos tan difíciles como este, el espíritu es innegociable”.
Un Atlético en construcción
Con varios jugadores jóvenes aún en proceso de adaptación, Simeone recalcó que su equipo mostró señales de carácter:
“Hay muchos chicos que se están adaptando a lo que queremos. Venimos a un campo muy difícil contra un equipo fantástico. Estar 2-0 abajo y pelear hasta el final demuestra de qué estamos hechos”.
El Atlético se marcha de Anfield sin puntos pero con la convicción de que su ADN competitivo sigue intacto en la Champions.