Ironía fina y un tuit con más pegada que un centro de De Marcos
El Athletic Club no grita. No gesticula. No entra al barro. Pero cuando responde, lo hace con la elegancia de quien no necesita levantar la voz para hacerse oír. Esta vez, la réplica vino en forma de tuit y con un guiño cargado de ironía a El Chiringuito, ese plató donde el volumen pesa más que la verdad y el sarcasmo sustituye a los datos.
¿La provocación? Una burla sobre la supuesta ausencia de camisetas de Nico Williams en la tienda del club. ¿La respuesta? Sencilla, directa y con estilo: sí hay camisetas de Nico. Y se promocionan. Y se venden. Y, tras su renovación hasta 2035, probablemente se agoten.
Un Athletic que no mendiga foco, lo genera
Lo notable no es solo la reacción, sino el cómo. En medio de una tormenta mediática donde el Barça intentó (y falló) con artimañas, palancas y promesas a corto plazo seducir a Nico, el Athletic optó por el silencio estratégico. Mientras en otros despachos se acumulaban los powerpoints financieros y los mensajes contradictorios, en Bilbao se trabajaba con una herramienta distinta: la convicción.
Y una vez consumada la renovación, cuando el ruido de plató quiso burlarse del merchandising como si el negocio de camisetas pudiera competir con el de valores, el club replicó con humor. Sin rencor, pero con firmeza.
Una identidad que no se improvisa
El gesto también encierra una lección más profunda. El Athletic no necesita escenografías de crisis ni guerras de micrófono para reafirmar su modelo. Su “sí” a Nico y el de Nico al club no fue una operación, fue un relato. De esos que no se compran en tiendas, pero que, curiosamente, hacen que se vendan muchas camisetas.
Y que no se engañen en los platós: lo importante no es si hay camisetas en la percha, sino si hay motivos para llevarlas con orgullo.
