El equipo de Claudio Giráldez tardó en abrir el marcador, pero controló el partido y resolvió el cruce de Copa del Rey con solvencia
La eliminación nunca estuvo en riesgo, aunque el 2-0 llegó más tarde de lo previsto. La superioridad futbolística se impuso con el paso de los minutos, especialmente tras los cambios en el segundo tiempo. La victoria refuerza una dinámica ganadora que el vestuario necesitaba desde semanas atrás.
Una racha que cambia la temporada
El Celta había iniciado LaLiga sin victorias en las primeras nueve jornadas y con el descenso asomando. Ahora, suma tres triunfos consecutivos: uno en Liga, otro en Europa League y otro en la Copa del Rey. El punto de inflexión llegó en el triunfo ante Osasuna, donde el equipo remontó fuera de casa y mostró carácter competitivo.
El cruce copero sirvió para rotar y dar minutos a futbolistas menos habituales, con presencia de jugadores del Fortuna y descanso para varias piezas del primer equipo.
Un primer tiempo espeso, con ocasiones y un rival voluntarioso
El Puerto de Vega, club modesto de la Preferente de Asturias, no pudo jugar en su campo y trasladó el partido a El Pardo, en Navia, tras instalar iluminación y gradas para cumplir con los requisitos de la RFEF. Hubo resistencia, orden defensivo y un portero sobresaliente.
El Celta generó sus primeras ocasiones claras recién a los 18 minutos, con remates de Hugo González y Miguel Román. El rival apenas pisó área contraria, aunque un error de Aidoo obligó a Iván Villar a reaccionar rápido ante David Álvarez.

Los cambios abrieron el arco: debut y gol para Óscar Marcos
En la segunda mitad, Claudio modificó el dibujo y el equipo se activó. Hugo filtró un pase para Miguel Román y el portero Javi Torres volvió a responder, sosteniendo al Puerto de Vega casi en solitario.
La resistencia cayó en la siguiente jugada: centro de Cervi y cabezazo de Óscar Marcos, que debutó con el primer equipo y marcó a pocos metros del arco. Luego, una internada de Hugo Álvarez terminó en penalti señalado por De Burgos Bengoetxea, que Damián transformó en el 2-0 definitivo.
El tramo final fue control total del Celta, circulación pausada y rotaciones para dar minutos a juveniles. El tercero estuvo cerca, pero entre el arquero rival y la falta de acierto, el marcador no se movió más.
 
					 
                                            



