El extremo granadino firma su mejor actuación como celeste en una noche histórica para Iago Aspas, con victoria ante un rival desbordado tras la expulsión de Clauss
El Celta de Vigo volvió a sonreír en Europa. El conjunto dirigido por Claudio Giráldez venció 2-1 al Niza en Balaídos, en un partido que tuvo como grandes protagonistas a Bryan Zaragoza, que firmó su actuación más completa desde su llegada al club, y a Iago Aspas, autor de un golazo y nuevo jugador con más partidos oficiales en la historia del Celta (534).
Fue una noche de reivindicación para un equipo necesitado de confianza y, sobre todo, para un extremo que, por fin, respondió al enorme potencial que se le presupone.
Aspas abre la noche mágica con un gol histórico
El partido no pudo empezar mejor para los vigueses. Al minuto de juego, Iago Aspas conectó un disparo impecable desde la frontal que se coló por la escuadra de Diouf. Balaídos estalló. En el día en que celebraba su récord de partidos con el club, el capitán brindó otra joya a su afición.
El tanto, sin embargo, no trajo calma. El Niza reaccionó rápido y, en el 15’, Mohamed-Ali Cho aprovechó un balón a la espalda de Marcos Alonso para batir a Radu. Un error repetido: el Celta volvió a sufrir por su frágil sistema defensivo y su tendencia a descomponerse tras cada golpe.
Los franceses se crecieron y rozaron el segundo en varias acciones a balón parado, con un remate de Ali Abdi que salvó Radu y otro de Juma Bah que hizo temblar el estadio. Pero cuando el encuentro se complicaba, llegó un alivio inesperado: Jonathan Clauss fue expulsado por doble amarilla al filo del descanso, dejando al Niza con diez.
Bryan Zaragoza cambia el ritmo y el Celta domina
La segunda mitad fue un monólogo celeste. Bryan Zaragoza, hiperactivo desde la reanudación, empezó a romper por el costado izquierdo con regates, diagonales y una energía que contagió al equipo. En el 47’, Mendy lo frenó con una dura entrada que le costó la amarilla y dejó claro que el granadino se había convertido en el gran problema del rival.
Borja Iglesias, que entró en el descanso, dio más presencia ofensiva, y el Celta comenzó a acorralar al Niza. Marcos Alonso marcó un gol anulado por fuera de juego, y poco después el equipo acumuló dos oportunidades claras: un tiro al poste de Marcos desviado por Borja y otro de Pablo Durán despejado bajo palos.
El dominio celeste fue absoluto, y en el minuto 75 llegó el premio: un disparo de Borja Iglesias fue rechazado por Diouf, el balón rebotó en Oppong y terminó dentro del arco para el 2-1 definitivo.
Bryan Zaragoza se gana el puesto
Más allá del resultado, la gran noticia fue la irrupción de Bryan Zaragoza, desequilibrante, valiente y decisivo. Su actuación fue la que cambió el partido, ofreciendo al Celta profundidad, desborde y confianza en ataque. “El equipo es otro si tienes un extremo a un nivel decente”, se escuchó en la grada al término del encuentro.
Con su triunfo, el Celta suma su segunda victoria europea y da un paso importante hacia la clasificación, recuperando sensaciones y encontrando en Bryan la chispa que tanto necesitaba su ataque.
