Hay partidos que se juegan. Y hay partidos que arden. Este Clásico fue de los segundos: siete goles, drama sin tregua, y un Kylian Mbappé desatado… que acabó derrotado. El Barcelona de Hansi Flick, herido por Europa, respondió con fútbol y orgullo en una noche que puede valer una Liga
El FC Barcelona derrotó al Real Madrid por 4-3 en un Clásico antológico correspondiente a la jornada 35 de LaLiga 2024/25. Pese a que Mbappé firmó un hat-trick de ensueño, no fue suficiente para frenar a un Barça que golpeó en los momentos clave y supo sufrir cuando tocaba. Con este resultado, los culés se colocan a 7 puntos de los blancos a falta de solo tres jornadas, rozando el título con los dedos.
Un primer tiempo de videojuego: 4-2 al descanso
El Camp Nou (sí, ya reconstruido y a pleno pulmón) fue testigo de una primera parte directamente sacada de un guion de película. Barcelona se fue al descanso ganando 4-2, con un despliegue ofensivo demoledor liderado por Lamine Yamal, Pedri y un Lewandowski que volvió a parecerse al goleador letal de antaño.
Los goles blaugranas cayeron como relámpagos. Pero entre la tormenta, Mbappé emergió como un superhéroe trágico: dos goles suyos mantuvieron al Madrid con vida, y aún tendría uno más en la segunda mitad para completar un hat-trick tan brillante como inútil.
Mbappé, héroe sin corona
El francés demostró por qué ha sido la gran apuesta del Real Madrid, con una actuación individual de otra dimensión. Pero el colectivo de Ancelotti volvió a naufragar. Mal en defensa, errático en el medio, y superado por un Barça que jugó con el corazón herido tras caer en la Champions ante el Inter… pero con alma de campeón.
Mbappé se marchó con tres goles, sí. Pero también con su cuarta derrota de la temporada ante el Barcelona, un dato tan brutal como revelador: los blancos cayeron 4-0 en el anterior Clásico liguero, 5-2 en la Supercopa y 3-2 en la final de Copa. Este 4-3 solo amplifica la pesadilla.
Flick, el arquitecto del desquite
Hansi Flick ha logrado algo que parecía impensable hace unos meses: un Barça fiable, competitivo y con colmillo en los grandes partidos. Con mezcla de juventud y veteranía, el técnico alemán ha sabido gestionar el crecimiento de Joao Félix, la energía de Fermín, el desborde de Yamal y el liderazgo sereno de Christensen atrás. Un equipo que ya no necesita jugar bonito todo el tiempo, pero sí jugar con convicción.
Una Liga casi sentenciada
Con esta victoria, el Barça saca siete puntos al Real Madrid con solo tres jornadas por disputar. Salvo cataclismo improbable, será campeón. Y lo será habiendo barrido en los duelos directos a su eterno rival. Eso sí que vale más que tres puntos. Eso deja marca.
Y aunque Mbappé se llevó el balón del partido bajo el brazo, fue el Camp Nou quien se quedó con los tres puntos, el liderato firme… y la gloria.
