El vestuario del FC Barcelona puede convertirse en un verdadero hervidero si no hay resultados rápidos. Flick y Yamal, en el epicentro de la controversia.
Las dos derrotas consecutivas desataron una minicrisis en el Can Barça. El equipo perdió fluidez, fue superado ampliamente por el Sevilla y los suplentes del PSG, y el estilo de Hansi Flick parece estar muy lejos de lo que se vislumbró la temporada pasada. A todo ese combo se le suma el del manejo del vestuario, con la máxima estrella involucrada. Algunas versiones señalan un par de desplantes de Lamine Yamal que no gustaron al entrenador alemán y que generaron un cortocircuito en la cúpula culé.
Según algunas versiones, el conflicto se desató en la previa del partido frente al PSG por Champions, a principios de octubre. Yamal habría llegado con retraso a la sesión de activación con la plantilla y eso cayó mal a Flick, que decidió cortarlo respetando el protocolo de convivencia. Un protocolo que, según las circunstancias, puede eludirse con una estrella como Lamine. Y en esa dirección se embarcaron desde el seno culé, que, al enterarse de la ausencia del extremo, le tocaron la puerta al estratega y le dijeron “Yamal juega”.
El manejo entre las sombras
Dentro de los pesos pesados del FC Barcelona, hay uno que no tiene cargo oficial, pero que influye en las decisiones extremas del club. Se trata de Alejandro Echeverría, excuñado de Joan Laporta. Fue ex directivo del club y se transformó en un consejero habitual. Su voz es más que escuchada en Camp Nou y tiene influencia en el club. Presidentes como Bartomeu o Rosell también acudieron a su experiencia. Él habría intercedido en la situación con Yamal.
Echeverría es un importante nexo entre los directivos y la plantilla, por su buena relación con los futbolistas y también con Deco. En medio del presunto desaire del talentoso jugador de La Masía a Flick en la previa del duelo por Champions, Echeverría habría llamado a Deco para el operativo “persuasión” al entrenador, con el objetivo de que Yamal salga entre los 11. Y así fue. Lamine jugó de entrada en la derrota ante los parisinos. Signo que puede verse como una debilidad para el germano en la gestión de vestuario.
Y ahora le prende velas para el Clásico
En medio del runrún sobre algunas actitudes fuera de lugar, el Barça reza para que Lamine se recupere y llegue a tope para el choque frente al Madrid el domingo 26 en el Bernabéu. El joven de 18 años arrastra una molestia en el pubis que le obligaron a perderse el partido frente al Sevilla y también fue descartado de la convocatoria a la Selección de España para la doble jornada de Eliminatorias. Flick y el cuerpo técnico diseñaron un plan minucioso de recuperación para el extremo.
La buena noticia en Can Barça es que tanto Lamine como Fermín entrenaron a la par de sus compañeros y, depende de la evolución en la semana, podrían sumar minutos el próximo sábado ante Girona por la novena jornada de LaLiga. Antes del clásico, los azulgranas tendrán acción por Champions frente al Olympiacos con el objetivo de sumar 3 puntos y recuperar posiciones en la tabla, tras perder con PSG. Luego sí, a pensar en el trascendental duelo ante el Madrid.
