Hansi Flick habla sobre la pérdida de control del Barcelona

El entrenador del Barça asume el mal partido, pero valora la segunda parte y pide centrarse en el futuro tras perder el liderato

El FC Barcelona vivió su noche más gris desde la llegada de Hansi Flick al banquillo. En el Ramón Sánchez-Pizjuán, los azulgranas cayeron por 4-1 ante un Sevilla que fue superior en intensidad, ritmo y pegada. El técnico alemán, visiblemente molesto durante todo el encuentro incluso llegó a golpear el banquillo tras el tercer gol local, compareció en zona mixta con gesto serio, reconociendo la mala primera parte pero sin profundizar en autocrítica.

La primera parte no fue buena para nosotros. Ellos jugaron uno contra uno, muy agresivos, y no encontramos soluciones. Pero aprecio mucho la reacción del equipo en la segunda parte. No quiero hablar de los goles ni poner excusas. Tenemos que centrarnos en el inicio del partido, pero lo más importante es la reacción”, señaló Flick.

El entrenador culé insistió en mirar hacia adelante:

Esta derrota es importante, nos hará reflexionar. Después del parón lucharemos por todos los títulos, es lo que queremos. Somos un buen equipo”.

Un Barça irreconocible y sin intensidad

El encuentro dejó muy malas sensaciones en el vestuario. El Barcelona perdió el liderato liguero y encadena dos derrotas consecutivas justo antes del parón de selecciones. Durante la primera mitad, el equipo se vio superado por un Sevilla más intenso y con mayor claridad ofensiva. Flick reconoció la falta de ritmo y energía, aunque trató de mantener un tono constructivo:

Nos ha faltado intensidad, es cierto. Pero también pienso en positivo. Tenemos que analizar la primera parte y mejorar. No diré nada sobre el árbitro”, concluyó.

El Barça reaccionó parcialmente en la segunda mitad, pero sin la precisión ni la contundencia necesarias para remontar. La frustración del técnico alemán en la banda reflejó el momento de bloqueo colectivo que atraviesa el equipo.

Un parón con deberes antes del Clásico

La derrota en el Sánchez-Pizjuán llega en el peor momento. Con el liderato perdido y el Clásico ante el Real Madrid a solo tres semanas, Flick afronta un reto mayúsculo: reconstruir la confianza de un vestuario que no termina de consolidar su identidad. El parón de selecciones servirá para oxigenar a la plantilla, pero también para revisar errores que se repiten: falta de presión coordinada, desconexiones defensivas y poca eficacia en ataque.

El técnico alemán no se da por vencido, pero sabe que el tiempo apremia. El Barça necesita reaccionar rápido si quiere llegar con garantías al duelo en el Santiago Bernabéu.