El nuevo entrenador culé lo tiene claro, por eso se fija en los más destacados elementos del país
Una vez se confirmara el fichaje de Ronald Koeman como sustituto de garantías a la pobre gestión de Quique Setién, el club catalán ha entrado en reestructuración absoluta. Necesitan en primera medida albergar estudios de salidas y con los fichajes entre ceja y ceja, ir de lleno al mercado tratando de mover fibras.
El jugador que nunca ha dejado de estar en la agenda y que cada que se menciona al FC Barcelona sale a escena es Neymar. Su momento brillante lo tienen en una final europea, con el PSG en Champions. Esto ha complicado el trato, y ha puesto al jeque dueño de sus derechos en contra de toda percepción blaugrana. Así que no ha quedado de otra, mirar centrados en su realidad y dedicarse a por uno de los mejores jugadores de España.
En Anoeta ha deslumbrado, y con la selección ya es indiscutido
Se trata de nadie más ni nadie menos que Mikel Oyarzabal. El carrilero izquierdo o mediocampista de avanzada por el medio es de lejos la gran figura junto a Martin Odegaard de esta Real Sociedad. De sus pies han nacido las mejores acciones del club en la temporada, y su aportación ha sido fundamental para alcanzar un cupo a Europa League.
Además de ello ha llegado a la final de la Copa del Rey, y junto a la selección se ha convertido en insustituible para Luis Enrique. Todo un cóctel de argumentos que en manos de Koeman es suficiente para tomar decisiones. Tiene todo el potencial, además del entusiasmo de marcharse a Catalunya a escribir una historia con el cuadro culé.
El pago pasa a ser ahora el tema de discusión con Oyarzabal
Tanto talento, y estatus no podía verse reflejado de otra manera que no fuera su valor de salida. Se habla en la actualidad de 80 millones de euros, lo que dicta su cláusula de rescisión. Con 23 años está dentro de sus opciones movilizar el hecho, y Bartomeu lo ve con buena pinta para poder encajar en el nuevo estilo del equipo.
Solo falta pasarlo por el ojo crítico de Messi, el capitán que suele ser quién tome decisiones conjuntas con las dos alas del club, la directiva y la deportiva. En caso de lograrlo estaría concretando un verdadero golpe, el mismo que pretendía el Real Madrid en su momento, cuando tuvo dudas en la zona tras el falso despegue de Vinícius y Rodrygo Goes.
