Barcelona encendió las alarmas por su estrella. La renovación de contrato está hablada pero no firmada.
El trato con Yamal en Camp Nou está claro que no puede ser el mismo que con el resto. Lamine es el jugador franquicia y Barça debe cuidarlo como tal. A estas horas, Laporta confirmó que las negociaciones por estirar el vínculo del crack con el azulgrana están encaminadas pero no formalizadas, aunque se mostró optimista por arribar a un acuerdo en los próximos días.
El plan culé es atar a su estrella hasta 2030. En cuanto a los números, Yamal podría percibir una cifra anual de entre 35 y 40 millones más algunas variantes y premios por objetivos. El mandamás del Barcelona apunta a que el acuerdo quedará sellado el próximo julio cuando Lamine cumpla la mayoría de edad.
Laporta recalcó la necesidad de un trato “especial”
Está claro que Barça debe llevar el tema contractual sin prisa pero punzante a la hora de los ofrecimientos. En una delicada situación financiera, no puede darse el lujo de pisar en falso con su mejor futbolista. En esa sintonía se expresó Laporta: “Un Lamine que ha explotado como lo ha hecho, hay que tratarlo de una manera especial. Se sale de la norma”.
Además del nuevo contrato, más abultado en lo económico, el culé planea hacerle otra caricia al de Llobregat, darle la 10 de Messi. Hasta el momento, el dorsal lo lleva en su espalda Ansu Fati, quien muy probablemente abandone el club este verano. Deco tiene en mente cederle la camiseta que llevó el máximo jugador de la historia culé a quien es señalado, por muchos, como el heredero.
Números de crack
Lamine Yamal está cerrando su mejor temporada con el Barcelona. El extremo derecho lleva disputados 54 partidos, con un saldo de 18 goles y 25 asistencias. La calidad de sus goles es el diferencial en las estadísticas. Es el futbolista que puede abrir con una genialidad un partido completamente cerrado.
Con su carrera recién en pleno comienzo, el atacante obtuvo en este 2025 la Supercopa de España, LaLiga y la Copa del Rey con el equipo de Hansi Flick. Su mayor decepción es haber quedado a las puertas del partido decisivo por la Champions League, en la épica serie frente al Inter.
