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Raphinha vs Nico Williams comparativa en el extremo zurdo azulgrana

Dos extremos, dos perfiles… y una decisión que marcará el futuro del FC Barcelona

La posible llegada de Nico Williams al FC Barcelona ha disparado el debate en los despachos del club, en los bares de la afición y, por supuesto, en el laboratorio de los datos. ¿Vale la pena vender a Raphinha, jugador consolidado, para apostar por la juventud (y rebeldía) de Nico? La estadística, como siempre, no grita, pero susurra con fuerza.

A simple vista, uno es el presente maduro (Raphinha, 28 años), y el otro, un vendaval en construcción (Nico Williams, 22). Pero cuando se comparan sus métricas en esta gráfica de rendimiento, el futuro le echa el aliento en la nuca al presente.

Nico Williams: el cuchillo que corta por fuera

En los percentiles ofensivos por 90 minutos jugados, Nico Williams aplasta en varios apartados:

  • Conducciones progresivas (97.5),
  • Regates completados (97.7),
  • Acciones ofensivas totales (96.4).

Su capacidad para desbordar, acelerar y romper defensas es de élite. Es, literalmente, una navaja suiza en velocidad. Eso sí, sufre en lo más valioso: el gol. Solo un 60.7 en goles sin penalti frente al 94.5 de Raphinha, y un preocupante 68.6 en xG+xA combinado (goles esperados + asistencias esperadas). Produce peligro, pero le falta traducirlo en eficacia.

Nico y Raphinha pueden canivalizarse

Raphinha: el metrónomo fiable

Raphinha, por su parte, es una máquina más previsible… pero mucho más afinada. Domina en los datos de resultado:

  • 99.3 en xG+xA
  • 90.2 en asistencias,
  • 96.6 en pases clave,
  • 94.5 en goles sin penalti.

El brasileño no te baila, pero te resuelve. Su aporte no está tanto en el “highlight”, sino en la frialdad del último pase, en la capacidad para hacer productiva cada acción. Raphinha es, en resumen, el jugador que hace mejor a los demás.

Antítesis en estado puro

El gráfico habla de dos extremos… y no solo en lo táctico.
Nico es el vértigo; Raphinha, la geometría.
Uno desordena, el otro ordena.
Nico incendia las bandas; Raphinha ilumina el área.

Y ahí está la decisión del Barça: si prioriza el desequilibrio juvenil (y más barato en salario) que representa Nico, o se queda con la estabilidad y la precisión quirúrgica de Raphinha. Porque vender al brasileño por 120 millones y fichar a Nico por 50 suena muy bien… hasta que no tienes a ninguno que centre como el primero ni a otro que marque la diferencia como el segundo.

¿El riesgo? Que el Camp Nou no perdona la improvisación

Nico Williams es eléctrico, sí. Pero el Camp Nou, como ya saben otros antes que él, es una central de alta tensión. Y si llega sin traducir su energía en goles o asistencias, lo que hoy es ilusión se convertirá en presión. Talento no le falta, pero este escenario no se parece a San Mamés. Y menos con Lamine Yamal como cómplice o espejo.

Porque si algo enseña esta comparativa es que el futuro vuela, pero el presente todavía manda.

EGD Barcelona