Martín Hongla podría cambiar de rumbo este verano. El Rubin Kazan ha mostrado interés por el mediocentro del Granada, y el club rojiblanco estudia la oportunidad antes del cierre del mercado
El Granada afronta el final del mercado de fichajes como quien observa las últimas horas de arena en un reloj que se empeña en vaciarse. La directiva, empujada por la urgencia y el cálculo financiero, busca dar salida a Martín Hongla, un mediocentro que regresó a la ciudad de la Alhambra con la promesa de liderar, pero que terminó atrapado en la indefinición. Entre rumores y llamadas, la opción más concreta surge desde un destino inesperado, el Rubin Kazan, dispuesto a tender su mano desde Rusia.
No es un interés pasajero. El club ruso estaría dispuesto a desembolsar una cifra cercana a los tres millones de euros, cantidad que supera lo que el Granada pagó al Hellas Verona por su regreso. La operación, más que un simple traspaso, representaría oxígeno económico para una entidad que necesita cuadrar cuentas tanto como resolver las incógnitas deportivas que se ciernen sobre su vestuario.
Negociaciones abiertas y expectativas
Desde Moscú hasta Granada, los ecos del acuerdo resuenan con la velocidad de un rumor en vísperas de cierre. El medio Sport BO asegura que las conversaciones están abiertas y que la disposición del Rubin Kazan es firme. Para el Granada, la venta no solo significaría un respiro financiero, sino también liberar a Pacheta de un dilema táctico, contar con un jugador de calidad contrastada, sí, pero con una implicación irregular, como si su fútbol hubiese quedado atrapado entre dos tiempos, el pasado de Verona y un presente que no termina de arrancar.
El verano de Hongla ha sido una travesía de nombres y destinos frustrados. Aris Salónica, Levante y hasta clubes de Turquía se acercaron a su entorno, pero ninguno logró concretar la operación. Entre tanto, el camerunés siguió defendiendo a su selección en las eliminatorias mundialistas, regresando a Granada con la incertidumbre colgando de sus botas. Ahora, con apenas horas para decidir, la presión es mayor, la oportunidad rusa aparece como tabla de salvación tanto para el jugador como para el club.

Posición del club y última oportunidad
García Amado, siempre medido en sus declaraciones, recordó que Hongla sigue siendo jugador rojiblanco, como si quisiera dejar claro que el club no se precipitará. “Si llega una oferta, la valoraremos, pero contamos con él como uno más”, aseguró. Palabras diplomáticas, aunque todos saben que detrás de ellas se esconde la urgencia de cerrar un acuerdo antes de que el reloj del mercado dicte sentencia.
La ventana se estrecha. En Rusia, Turquía, Grecia y Argelia el mercado cerrará el 12 de septiembre; más allá, solo quedará la exótica opción de Catar o el improbable viaje hacia México o Costa Rica, cuyos plazos también apremian. En ese cruce de calendarios y decisiones, el destino de Hongla se convierte en metáfora de un club que oscila entre la necesidad y la oportunidad, entre el negocio y la incertidumbre. Porque a veces, en el fútbol, un día basta para definir no solo el futuro de un jugador, sino también el rumbo de toda una temporada.




