El gran talento de Las Palmas se despide de su isla rumbo a un destino de Primera tras una temporada que ha confirmado todo lo que prometía
A veces, el talento pide paso sin necesidad de gritar. Solo juega, se expresa y, poco a poco, empieza a parecer inevitable. Ese es el caso de Alberto Moleiro, el mediapunta tinerfeño que con apenas 21 años ha dado el salto de promesa silenciosa a realidad indiscutible en una UD Las Palmas que, aunque ha perdido la categoría, ha ganado un nombre que ya es patrimonio del fútbol español.
Y todo apunta a que este verano será el último que Moleiro pase en casa.
Un ’10’ para otra dimensión
Con 35 partidos, 6 goles y una asistencia en la temporada 2024-25, Moleiro ha sido mucho más que estadísticas: ha sido la luz entre las sombras de un equipo que terminó descendido, pero que encontró en él un motivo para creer en el futuro. Su capacidad para girar entre líneas, su creatividad con el balón pegado al pie y esa madurez precoz que lo aleja del tópico del joven irregular han hecho que varios grandes de LaLiga se peleen por su fichaje.
Según ha podido saber GOL digital, el traspaso de Moleiro es cuestión de días. No por urgencia, sino porque su salida ya está pactada de forma tácita: la UD Las Palmas no puede permitirse retenerlo en Segunda, y el mercado no perdona cuando una joya como esta queda expuesta.
Atlético y Villarreal, en cabeza
El Atlético de Madrid le sigue desde hace tiempo. Simeone ve en él un perfil versátil, capaz de jugar por dentro o por fuera, con capacidad para romper líneas desde la conducción y una agresividad competitiva que encaja con su estilo. Por su parte, el Villarreal también lo tiene entre sus favoritos: sería el recambio natural si Álex Baena acaba saliendo, algo que en enero ya estuvo a punto de suceder.
Además, hay intereses del extranjero, pero Moleiro no se plantea, al menos de momento, salir de España. Quiere consolidarse en LaLiga y dar el salto con los pies en la tierra.
Una operación inevitable
Con contrato hasta 2026 y un valor de mercado cercano a los 25 millones de euros, la UD Las Palmas sabe que esta es su gran oportunidad para hacer caja. La operación no solo aliviaría las cuentas del club tras el descenso, sino que permitiría construir un nuevo proyecto desde Segunda con cierta holgura.
Moleiro, mientras tanto, guarda silencio. Juega, entrena, y espera. Siempre lo ha hecho así. Sin aspavientos. Sin forzar la salida. Solo dejando que su fútbol hable por él. Ahora, ese lenguaje lo ha convertido en uno de los nombres propios del mercado.
Y lo que está claro es que el chico ya está listo para otro escenario. Las luces de Primera no le van a asustar. Las está encendiendo él.
