El CD Leganés depende del talento de Duk en ataque, pero el equipo necesita un socio que complemente su influencia en el juego ofensivo. Paco López ya ha solicitado a la directiva un refuerzo que potencie la delantera
El CD Leganés ha encontrado en Duk un faro en medio de la niebla. El caboverdiano no solo es delantero, es un comodín que aparece donde nadie lo espera. Lo mismo baja a recibir al mediocampo que desborda por la banda, como si llevara en la mochila un repertorio de oficios que van desde arquitecto del ataque hasta improvisado carrilero. Sus cifras, frías y austeras un gol y una asistencia engañan tanto como una foto de carné, no muestran la vitalidad que irradia en el césped. Basta repasar el penalti que provocó en Granada o el movimiento que desordenó al Deportivo en Butarque para comprender que su impacto trasciende los números.
Y sin embargo, la ironía es cruel, cuanto más indispensable se hace Duk, más evidente resulta su soledad. La grada canta su nombre como un mantra, pero en la intimidad del campo, su eco carece de respuesta. El Leganés depende de él como quien depende del agua en un pozo seco; indispensable, pero insuficiente. La pregunta se repite. ¿Quién va a compartir la carga, quién va a traducir su esfuerzo en goles y victorias?
Duk necesita un socio
El club confió en Miguel y Diego como compañeros de viaje. Y aunque ambos han dejado alguna huella dos goles del primero, una diana y una asistencia del segundo, su fútbol parece más fugaz que consistente. Son atacantes que aparecen en la foto final, pero raramente en el proceso. Inversión hubo, fe también, pero los resultados se diluyen como tinta sobre lluvia.
En este escenario, la figura de Juan Cruz emerge como posibilidad tangible. El argentino, que sobrevivió a la incertidumbre de su renovación, vuelve con ansias de recuperar su rol de protagonista. Ya en la temporada del ascenso dejó 9 intervenciones directas en gol, prueba de que sabe convertir la esperanza en hechos. Hoy, tras un inicio discreto, asoma como ese socio que podría aliviar la dependencia de Duk y equilibrar la ecuación ofensiva.
Otros atacantes del Leganés
Mientras tanto, otros nombres flotan en el banquillo y esperan su momento como náufragos oteando tierra. Alex Millán empieza a hacerse notar gracias a un estilo distinto al de sus competidores, aportando movilidad y energía en dosis pequeñas pero prometedoras. Pauwels, el fichaje más caro del verano, vive aún en la fase de adaptación, atrapado entre el talento evidente y la paciencia obligada. Naím, reconvertido en carrilero en Granada, y Roberto López, autor de un gol aislado, completan el abanico de alternativas. Óscar Plano, lesionado, permanece en la sombra.
Todo ello desemboca en una conclusión casi obvia, el Leganés no puede seguir confiando en el milagro individual de Duk. La temporada se juega en duelos inmediatos ante Las Palmas y Castellón, donde un pleno de victorias podría catapultar al club a la cima. Si Duk es el corazón que bombea, necesita arterias que no se obstruyan; compañeros que traduzcan su sacrificio en victorias. De lo contrario, su canto solitario, tan heroico como trágico, seguirá resonando en Butarque sin alcanzar la gloria que merece.
