El Real Madrid de Xabi Alonso es desordenado para atacar y se enroca para defender

Un desorden que no concede ocasiones al rival

El Real Madrid transmite la sensación de jugar con un ataque visceral y desbocado, condenado al caos. Pero la paradoja es que no concede casi nada. Con la excepción del desastre del Metropolitano, el equipo apenas sufre defensivamente. Courtois interviene menos que en otros años: ya no necesita milagros diarios, solo apariciones puntuales. El de Xabier Alonso parece un equipo que se desordena para atacar, pero defiende como si estuviera diseñado en una probeta.

Valverde reinventa el lateral y hace tambalear la jerarquía de Trent y Carvajal

La estructura rígida de Xabi Alonso no asfixia al jugador: lo libera. Lo prueba Valverde, que ha convertido el lateral derecho en un problema… para los demás. Ni Trent Alexander-Arnold ni Carvajal ofrecen hoy lo que da el uruguayo. El plan parecía tener dos gigantes en esa banda, pero Fede ha creado una tercera vía: la del futbolista que no quiere jugar ahí, pero se convierte en el mejor del mundo haciéndolo.

Güler, Bellingham y un Madrid que multiplica jugadores sin perder gol

El técnico ha logrado otra paradoja: mediocampistas que retroceden para construir, pero pisan más área que nunca. Güler participa en la gestión desde atrás, sin perder presencia ofensiva. Bellingham también: más balón, más pases, tres goles en tres partidos. El Real Madrid es un laboratorio sin caos, un equipo donde aparece gente donde nadie la espera, como si la anarquía estuviera dirigida.