El Real Madrid se atasca con Mbappé y Bellingham: dos estrellas que aún no encuentran su equilibrio

La convivencia entre el francés y el inglés resta fluidez al ataque blanco y preocupa a Carlo Ancelotti por la pérdida de presión y espacios

El Real Madrid se enfrenta a un dilema futbolístico tan evidente como delicado: Kylian Mbappé y Jude Bellingham, sus dos figuras más determinantes, parecen no encajar juntos sobre el terreno de juego. Desde la llegada del francés, el inglés ha perdido su influencia como interior box to box, y el equipo ha dejado de mostrar la fluidez y la presión que caracterizaron sus mejores tramos de la pasada temporada.
Con Mbappé instalado como referencia ofensiva y con tendencia a ocupar zonas interiores, Bellingham se ha visto desplazado hacia posiciones de falso delantero, donde su juego se vuelve más previsible y menos participativo. El resultado es un equipo plano, largo y menos agresivo sin balón, que solo encuentra chispa cuando la pelota pasa por Arda Güler.

El contraste con el pasado inmediato es llamativo. Sin Mbappé, Bellingham llegó a rendir a un nivel de The Best, combinando llegada, energía y liderazgo desde el mediocampo. Ahora, sin espacios ni zonas libres de creación, su impacto se diluye. El equipo, además, ha perdido la intensidad en la presión alta, retrocediendo hacia un modelo más conservador que no termina de convencer ni en sensaciones ni en resultados.

Un problema táctico que exige una respuesta urgente de Ancelotti

El técnico Carlo Ancelotti tiene ante sí un desafío de enorme complejidad. Encontrar la forma de hacer convivir a dos futbolistas de perfil dominante sin que se estorben mutuamente es una tarea que define su temporada. De momento, la coexistencia Mbappé-Bellingham no ha producido la sinergia esperada: donde antes había verticalidad y cohesión, hoy hay congestión y pérdida de espacios.
El entrenador italiano sabe que no puede renunciar a ninguno, pero también que el equilibrio del equipo se ha resentido. La presión colectiva ha desaparecido, la distancia entre líneas ha crecido y la circulación del balón carece de ritmo. La sensación general es la de un conjunto que ha pasado de ser compacto y agresivo a ser largo, plano y previsible.

Los análisis internos apuntan a una posible solución: que Bellingham recupere su rol original de interior con recorrido, más cerca de la base de la jugada, como en su etapa en el Borussia Dortmund, y que Mbappé asuma una posición más abierta o alterna en ataque. Sin ese reajuste, ambos seguirán interfiriéndose en zonas clave.

La química pendiente que marcará el futuro inmediato del Real Madrid

El Real Madrid no puede permitirse prolongar este bloqueo estructural. El potencial individual de Mbappé y Bellingham exige compatibilidad, no competencia espacial. Si no logran complementarse, el proyecto corre el riesgo de estancarse justo cuando debería alcanzar su madurez.
En el vestuario y entre los analistas se reconoce que, hoy por hoy, el equipo rinde mejor con uno solo de los dos sobre el campo. Es una afirmación incómoda, pero respaldada por los datos y por la evidencia visual.
La solución pasa por ajustar posiciones, redefinir roles y recuperar la agresividad sin balón. De lo contrario, el Real Madrid seguirá siendo un conjunto poderoso en nombres, pero sin identidad colectiva ni equilibrio táctico.