El técnico argentino admite problemas defensivos, falta de contundencia y confusión táctica que frenan al Atlético en un inicio irregular
Diego Simeone compareció tras el empate del Atlético de Madrid frente al Mallorca en Son Moix y no escondió la autocrítica. El técnico argentino reconoció que su equipo no logra sostener los partidos pese a adelantarse siempre en el marcador:
“Hemos comenzado marcando en todos los encuentros, pero tenemos que mejorar defensivamente para mantener los resultados”.
La expulsión de Sorloth fue uno de los momentos clave del choque. “No sirve de nada discutir si era amarilla o roja… al final fue roja”, lamentó Simeone, subrayando que el plan se vino abajo con un jugador menos. Consciente del desajuste, apostó por explotar la velocidad de Marcos Llorente, pero el esfuerzo no alcanzó para amarrar la victoria.
Julián Álvarez y los cambios: entre la necesidad ofensiva y la gestión de minutos
El ‘Cholo’ destacó el papel de Julián Álvarez: “Es el mejor jugador que tenemos ofensivamente. Necesitamos tenerlo en su mejor nivel”. Sin embargo, también explicó la decisión de incluir a Sorloth, cuya expulsión alteró todos los planes. Sobre Pablo Barrios, justificó su sustitución por un golpe y la carga de minutos acumulada: “Había jugado 90 minutos el otro día. Entró Gallagher y marcó un gol”.
Simeone trató de poner el foco en el crecimiento colectivo, aunque admitió que el Atlético atraviesa una fase delicada en la que la falta de contundencia le está penalizando demasiado.
Reconstrucción en marcha: Simeone pide paciencia y tiempo para un equipo en transición
El entrenador rojiblanco pidió paciencia al entorno y recordó que la plantilla está en construcción: “Estamos intentando armar un equipo nuevo. Han llegado muchos jugadores y en ese trabajo estamos. El camino es este y esperamos que la eficacia y la contundencia nos acerquen a los resultados que ahora mismo no llegan”.
Pese al mensaje de calma, la realidad es que la frustración se acumula en un Atlético que ve cómo los partidos se le escapan por errores propios y desconexiones. Simeone lo sabe: el margen para enderezar el rumbo se acorta y la presión crece jornada a jornada.