En El Sadar siguen encantados con la performance de Valentín Rosier. El francés está siendo una garantía en el carril derecho. A este ritmo será corta su estancia en Osasuna.
Valentín Rosier es uno de los soldados más fieles que Alessio Lisci tiene en su pelotón. El último partido con el Rayo fue la mejor prueba de ello. El lateral llegaba tocado tras un golpe contra el Espanyol. Prácticamente no pudo entrenar a la par de sus compañeros, pero el galo redobló esfuerzos. No solo llegó pleno al encuentro, sino que disputó los 90 minutos y fue uno de los puntos altos en el triunfo 2-0 a favor del rojillo. Su potencia para atacar y su efectividad para retroceder lo ponen en la mira del fútbol inglés.
Rosier, que llegó tras quedar libre del Leganés, tiene contrato con el equipo navarro hasta junio de 2028. Sin embargo, su cláusula de rescisión es una tentación para equipos extranjeros: €15 millones. Si continúa con este nivel en ascenso, la directiva encabezada por Braulio Vázquez deberá pensar en una renovación con mejora salarial para elevarle la cláusula y evitar una fuga en el receso invernal a destinos como la Premier League. En El Sadar quieren disfutarlo un rato más antes de que se les escurra.
El dueño de la banda derecha
Ya sea en línea de tres o cuatro, Rosier se adapta. Con la formación preferida de Lisci, tres abajo y dos carrileros, el de Garonne se hace dueño de la banda derecha, con el relevo en la zona baja de Boyomo, una garantía ya probada, y ofreciéndole un salvoconducto más en el ataque a uno de los futbolistas con mejor pie del equipo, Aimar Oroz. Es un enlace perfecto entre ambos. Por algo, Braulio Vázquez lo fue a buscar y fue el primer fichaje que cerró en el verano.
Su despliegue físico es el fuerte: combina ida y vuelta constante, intensidad en la presión y una gran energía que le permite sostener el ritmo durante los 90 minutos. Algo que se vio en la campaña anterior con el Leganés. En defensa es agresivo en la marca, con capacidad para recuperar balones gracias a su rapidez al retroceder. Tiene buena lectura de juego en los duelos individuales, aunque a veces se expone por su vocación ofensiva, donde puede convertirse en un puñal por la banda.
Recorrido europeo aprobado
Valentín Rosier inició su carrera profesional en el Rodez antes de dar el salto al Dijon, donde comenzó a hacerse un nombre en la Ligue 1. Su progresión lo llevó en 2019 al Sporting de Portugal, que pagó una suma cercana a los 7,5 millones de euros por su pase. Sin embargo, no logró asentarse en Lisboa y acabó marchándose cedido al Beşiktaş, donde alcanzó su prime. En Turquía fue campeón de Liga, Copa y Supercopa en la temporada 2020-21, además de ser incluido en el equipo ideal del campeonato.
Tras consolidarse en Estambul, Rosier tuvo pasos por el Niza y más tarde desembarcó en España para jugar en el Leganés, al que llegó libre en 2024. Su titularidad solo fue interrumpida por problemas físicos. Jugó 31 partidos, marcó un gol y repartió dos asistencias en el Butarque. Tras el descenso del equipo pepinero, el futbolista de 29 años decidió no renovar contrato con el objetivo de mantenerse activo en Primera División. Allí llegó la oportunidad en El Sadar.