El Real Oviedo y la Real Sociedad han puesto sus miradas en Takehiro Tomiyasu, defensor japonés con pasado en el Arsenal que se encuentra libre en el mercado
El mercado de fichajes cerró sus puertas con el estruendo habitual de rumores y traspasos millonarios, pero dejó, como suele ocurrir, algunas joyas olvidadas en el escaparate. Entre ellas brilla con intensidad inesperada un nombre que podría cambiar la defensa de cualquier equipo, Takehiro Tomiyasu. El japonés, tras cuatro temporadas en la Premier League con el Arsenal, camina hoy sin contrato, como esos samuráis errantes que buscan nuevo clan donde poner su espada.
Y claro, en un fútbol donde un central de 18 millones suele llegar con pompa y platillos mediáticos, encontrarlo libre es casi un acto de arqueología deportiva. No sorprende que dos clubes tan distintos en ambición, pero tan parecidos en necesidad, como el Real Oviedo y la Real Sociedad, hayan girado la cabeza hacia él. Uno persigue la consolidación en la élite, el otro sueña con alcanzarla. Antítesis pura, la aristocracia europea y el romanticismo asturiano disputando la misma pieza de mercado.
Tomiyasu: un perfil que rompe el molde
El nipón no solo es central, también ha sabido mutar en lateral cuando la Premier se lo exigió. Su polivalencia es como ese abrigo reversible que nunca pasa de moda, discreto en apariencia, pero capaz de salvarte en cualquier ocasión. Sus 84 partidos con los gunners, sumados a su experiencia en la Serie A y a su bagaje internacional, lo convierten en una pieza codiciada para cualquier vestuario que aspire a orden y jerarquía.
Hoy, libre de ataduras contractuales, Tomiyasu baraja opciones. Italia, donde dejó buena impresión, le ofrece el calor de lo conocido. España, en cambio, le seduce con la promesa de un nuevo desafío. Y ahí aparecen Oviedo y Real Sociedad, ambos con razones poderosas para seducirlo. El primero, con el hambre del que todavía no ha probado banquete. El segundo, con la solvencia del anfitrión que ya sabe cómo se sirve el vino.
Intereses cruzados: la sombra de Javi López
No es la primera vez que los caminos del Oviedo y la Real Sociedad se entrelazan en este mercado. El verano ya los unió con la cesión de Javi López, un defensor que, pese a su proyección, no encontró sitio en Anoeta. El club asturiano, siempre atento a las sobras de los grandes, aprovechó el vacío y aseguró sus servicios hasta 2026. Fue un movimiento astuto, rescatar talento que parecía condenado al banquillo para devolverlo a la vida.
Ese precedente no es menor. Demuestra que Oviedo y Real Sociedad no solo compiten, sino que también comparten intereses, orbitando alrededor de los mismos nombres. Tomiyasu, por tanto, no es solo una oportunidad, sino un nuevo capítulo en esa rivalidad silenciosa donde uno busca crecer y el otro evitar ceder terreno. En ambos casos, un fichaje así podría ser el muro que cambie la historia de la temporada.
