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Incorporacion estratosférica para la sala de máquinas del Rayo

El equipo madrileño tantea una incorporación increíble para su centro del campo

En Vallecas no se andan con rodeos: quieren a Luka Modric. Y no se trata de un rumor lanzado al viento, sino de una propuesta formal que el Rayo Vallecano ha puesto sobre la mesa del crack madridista, en un intento por escribir una de las páginas más sorprendentes del próximo mercado. El jugador croata, leyenda viva del Real Madrid y símbolo de la trayectoria internacional más elegante del último lustro, podría, en un giro tan poético como improbable, vestir la franja roja en la temporada 2025-26.

La jugada no es nueva. En Vallecas sueñan con repetir la fórmula de impacto mediático que ya aplicaron con Radamel Falcao y James Rodríguez. Dos nombres propios que, como Modric, tenían pasado en grandes clubes, historia en Champions, y un aura de estrella que parecía demasiado luminosa para las estrechas gradas del Estadio de Vallecas. Pero llegaron. Y ahora, el sueño del Rayo vuelve a asomar con otro nombre de oro.

El Rayito quiere a Modric

Competición europea, Madrid y el factor humano

La oferta sobre la mesa incluye un elemento que ningún otro equipo puede igualar: seguir en Madrid. A sus 39 años, Modric no solo busca minutos de calidad, sino un contexto personal estable. El factor humano pesa. Y en ese punto, Vallecas se presenta como la opción más sentimental, un lugar donde su experiencia sería reverenciada y su calidad, piedra angular de un proyecto que aspira a jugar en competición europea.

El fichaje complicado no deja de ser un reto. Modric es pretendido por clubes potentes en Arabia Saudí, Estados Unidos e incluso dentro de Europa. Pero el equipo madrileño, sabedor de su posición en la jerarquía futbolística, apuesta por una narrativa distinta: la del mito que decide cerrar el círculo donde empezó a escribir su leyenda, en Madrid, no lejos de donde ganó todo.

En esta operación hay más corazón que cálculo, más idealismo que músculo financiero. Pero a veces, y solo a veces, el fútbol recompensa esas locuras románticas. Si Modric acepta la propuesta, no solo reforzará la sala de máquinas del Rayo con su inteligencia y visión, sino que encenderá una mecha emocional en un barrio que ya se imagina coreando su nombre entre las gradas más combativas de la capital.

EGD Rayo Vallecano