El entrenador del Depor logró relucir a un futbolista que parecía estar en el ostracismo. El británico Charlie Patiño comienza a convencer con buenas actuaciones a las gradas del Riazor.
En Riazor se dejó sentir el cambio tras más de once meses de espera. Entre aquel debut como titular de Charlie Patiño en suelo español y su primera aparición en un once de la presente temporada, pasaron incontables horas de trabajo. De aquella sustitución silenciosa en el descanso se pasó a la ovación recibida el sábado ante el Sporting, cuando fue reemplazado por Stoichkov en el minuto 67. Un reconocimiento bien ganado.
Antonio Hidalgo fue clave en la levantada del joven. El entrenador lo imagina más cerca del enlace que de la sala de máquinas. Más responsabilidad, pero también más metros hasta la portería rival. Con el Deportivo aún no marcó ni asistió, pero duplica la participación en el juego respecto a su etapa en Inglaterra, donde se desempeñaba en Championship.
Momento del despegue
La lesión de José Ángel y las molestias de José Gragera le permitirán al británico seguir teniendo posibilidades de demostrar toda su clase. Hidalgo le brindó la confianza de ser el sucesor y darle minutos que el ex Arsenal no desaprovechó. Pese a no ser la gran figura ni descollar, el partido de Charlie frente al Sporting fue ampliamente aprobado. La Segunda División parece empezar a sentarle cómodo.
Tanto como mediocentro defensivo como interior, Patiño vio acción en los últimos tres partidos del Depor, acumulando un total de 64 minutos de juego. Su evolución física y versatilidad le permitieron ganar posiciones en la consideración del entrenador de Granollers. Se espera que contra el Mirandés el oriundo de Watford vuelva a sumar minutos.
Adaptación compleja en A Coruña
Charlie Patiño llegó al Deportivo de La Coruña con la ilusión de iniciar un nuevo capítulo en su carrera y reconectar con sus raíces familiares en A Coruña. A pesar del entusiasmo, su adaptación al equipo ha sido lenta, marcada por barreras idiomáticas y la necesidad de acoplarse al ritmo de un nuevo fútbol, muy distinto al inglés.
Durante la temporada 2024–25, su participación fue escasa, sumando apenas unos minutos en Liga y una titularidad en Copa del Rey. La falta de oportunidades bajo las órdenes de Imanol Idiakez y Óscar Gilsanz complicó su integración, obligándole a demostrar su capacidad en espacios reducidos y bajo presión. Hoy, el escenario parece muy distinto y con optimismo tanto para el futbolista como para el Deportivo.