Los verdiblancos se habían posicionado hasta hace poco muy bien por el defensor central uruguayo
Caer a segunda división es una catástrofe en todo el sentido de la palabra, y para un club como el RCD Espanyol, acaba de ser el peor de los acontecimientos, tras un año proyectado a lo grande. Hace poco habían clasificado a la Europa League y hasta se habían reforzado para pelearla. Sin embargo, han sucumbido y ahora mismo son el foco de varios clubes que buscan en sus activos, la fórmula perfecta a bajo costo en el mercado.
Marc Roca es el principal agente de miramiento, pero de ahí en adelante corren muchas opciones más, empezando por la de Leandro Cabrera, argentino que funge como defensor central. Real Betis llegó a interesarse, pero en cabeza de Pellegrini lo han terminado descartando por un tema de ajuste en el tema monetario.
Los ofrecimientos nunca acabaron de convencer al cuadro perico
Su caída no puede servir de plataforma para los rivales, y así han querido perpetuar sus acciones en el futuro inmediato. Eso sí, para mantener a sus mejores jugadores necesitan liquides y eso es ahora mismo un tema pendiente. Lo cierto es que Manuel Pellegrini fue el primero en presionar por el gaucho de 29 años, que en el Espanyol fue de lo más destacado esta temporada pese a los resultados obtenidos.
Sin embargo, se han quedado atrás por un hecho real, y es que ellos exigen el pago integral de su cláusula, unos 15 millones de euros, mientras que en Betis llegaban hasta los 9. Más allá de poder seguir negociando, se han quedado frenados, y la última emisión desde el Benito Villamarín ha sido tremendamente contundente, ha quedado descartado.
A la postura de Pellegrini hay que sumarle otra frustración perica con un club de afuera
La idea era vender, y vender bien. Por eso han activado sus maquinarias y han filtrado pronto otro digno pretendiente del zaguero. Este era nada menos que el Benfica. El cuadro lisboeta llegó a ofertar hasta 8 millones de euros, y ahí ha quedado su impulso. Consideran exagerado llegar a 15 por alguien que pronto cumplirá la treintena, y que además tiene algunas complicaciones legales para dar partida final.
De momento se ha quedado todo enfriado, y el club catalán deberá volver a maniobrar si es que esa pretende ser una de sus salidas. Ni Betis ni Benfica, el presente y futuro de Cabrera parece atado al Espanyol, que esta temporada que viene tiene en su gran reto el hecho de regresar de inmediato a una categoría a la que ya se le echa en falta.
