El extremo cedido por el Atlético no ha respondido a las expectativas y en el club andaluz crecen las comparaciones con Johnny Cardoso, pieza clave antes del intercambio
El Real Betis comienza a mirar con preocupación el discreto rendimiento de Rodrigo Riquelme. El extremo madrileño, cedido por el Atlético de Madrid el pasado verano, no ha logrado ofrecer el nivel que se esperaba en el conjunto verdiblanco, donde aterrizó como uno de los refuerzos de mayor proyección ofensiva.
Lo que inicialmente se interpretó como un movimiento inteligente una cesión de un jugador joven, internacional y con margen de crecimiento está dejando, por ahora, más dudas que certezas. En Heliópolis ya hay quienes se preguntan si el intercambio que llevó a Johnny Cardoso al club rojiblanco fue realmente una buena operación.
Un rendimiento por debajo de lo esperado
Riquelme acumula minutos, pero no impacto. En las primeras jornadas, su aportación ha sido intermitente: sin gol, sin desborde y sin capacidad para romper líneas. Su participación se limita a intervenciones esporádicas en tres cuartos de campo, donde se le nota falto de confianza y de lectura del juego.
Fuentes internas del club reconocen que Manuel Pellegrini mantiene la fe en su evolución, pero también que el técnico empieza a valorar otras opciones ante la falta de determinación del madrileño. “Tiene talento, pero le está faltando intensidad y valentía en los metros finales”, admiten desde el cuerpo técnico.
En comparación con Johnny Cardoso, que se había consolidado como un centrocampista de equilibrio, físico y criterio en la construcción, el cambio empieza a parecer costoso para el Betis, sobre todo viendo que el brasileño se ha adaptado con rapidez al esquema del Atlético.
Sin desborde ni último pase
Uno de los puntos que más preocupa en el vestuario es la ausencia de profundidad. Riquelme no está logrando generar peligro desde el costado izquierdo, un rol que en teoría debía ser suyo tras la marcha de Luiz Henrique. Tampoco ha mostrado soltura en el uno contra uno, una de sus especialidades en etapas anteriores.
En lo táctico, su dificultad para jugar al primer toque y detectar los desmarques de Bakambu o Ayoze Pérez ha restado fluidez al ataque bético. El resultado: un jugador que participa poco y aporta menos.

Pellegrini mantiene la confianza, pero exige más
El técnico chileno, que siempre ha defendido la necesidad de paciencia con los jugadores jóvenes, no renuncia aún a la recuperación de su mejor versión. Pellegrini considera que el parón de noviembre puede ser clave para trabajar aspectos tácticos y recuperar la confianza de Riquelme, un jugador que, por condiciones, puede ofrecer mucho más.
No obstante, la sensación en el entorno del club es clara: el Betis esperaba un extremo desequilibrante y ha recibido un futbolista sin impacto real. El margen de mejora existe, pero el tiempo empieza a jugar en su contra.
Una cesión que ya se cuestiona en Heliópolis
El intercambio con el Atlético, que implicó la salida de Johnny Cardoso, genera ahora debate entre los aficionados y en la directiva. Mientras el brasileño se consolida en el equipo de Simeone, el Betis aún espera que Riquelme justifique la operación.
Pellegrini, prudente, ha pedido calma. Pero en el Villamarín ya se escucha lo que muchos piensan: si Riquelme no da un paso adelante pronto, el Betis podría haber salido perdiendo claramente en uno de los movimientos más comentados del verano.




