El fichaje que nunca fue: la confesión sobre Wirtz, el interés del Real Madrid y el jarro de agua fría para el Liverpool

El Liverpool FC asimila la confesión del Bayer Leverkusen: Florian Wirtz habría elegido al Real Madrid si realmente hubiera tenido la opción

Hay verdades que duelen. Y luego está esta: según Fernando Carro, consejero delegado del Bayer Leverkusen, Florian Wirtz habría fichado por el Real Madrid si la puerta blanca se hubiese abierto de verdad. Así, sin rodeos. Una frase que cae como un jarro de agua fría en Anfield, sobre todo en un momento donde el alemán está lejos del nivel que justificó los 116 millones de libras que Liverpool FC desembolsó por él en verano.

La situación es curiosa. El club inglés lo presentó como el heredero creativo, la chispa destinada a transformar la etapa de Arne Slot. Durante unas semanas fue el fichaje más caro de la historia del fútbol británico, hasta que Alexander Isak reventó la cifra con un traspaso de 125 millones. Pero en el césped, el cuento no ha sido mágico: cero goles, tres asistencias en 14 partidos y varias suplencias inesperadas. No es drama, pero sí un inicio frío. Frío como la declaración de Carro.

Porque la frase completa fue más dura todavía: “Si Xabi Alonso hubiera hecho la oferta, seguro. Pero en el Madrid tenía menos influencia que aquí”. Carro no insinuó. Afirmó. Si el técnico hubiera apretado en Valdebebas como apretó en Alemania, Wirtz iría vestido de blanco hoy.

La confesión del Bayer Leverkusen destapa el trasfondo: ambición europea, influencia de Xabi Alonso y un mercado donde el Real Madrid decide cuándo mover ficha

Para entenderlo hay que retroceder unos meses. El Real Madrid valoró el fichaje. Wirtz tenía un contexto perfecto: joven, generacional, creativo, con vínculo deportivo y personal con Xabi Alonso, la persona que convirtió su talento en estrella mundial. Pero en Chamartín decidieron esperar. Había prioridades, había planificación, había orden.

Mientras tanto, la carrera quedó entre Bayern Munich, Manchester City y Liverpool FC. El Leverkusen intentó retenerlo con renovación mejorada. Estaban dispuestos incluso a romper su estructura salarial. Y aun así se marchó. ¿Por qué? Carro lo explicó sin maquillaje: “Quiere ganar la Champions. Sabía que lograrla con el Leverkusen sería más difícil”. Duro para el club alemán, pero sincero.

Y aquí aparece la paradoja: ese mismo sueño europeo, esa ambición que lo sacó de Alemania, ahora lo coloca ante un examen emocional esta misma noche. Porque Liverpool se enfrenta al Real Madrid en Champions. Es el partido perfecto para juzgar si este camino era el correcto… o si, en el fondo, la duda ya empezó a crecer.

La realidad deportiva: suplencias, adaptación lenta, presión de precio y un partido que decide narrativa en Liverpool y en toda Europa

La Premier es despiadada. Te mide desde el minuto uno. Wirtz aterrizó con expectativas gigantes y, aunque deja detalles del talento que hipnotizó a Europa, el impacto todavía está a medias. No es un jugador acabado ni un fichaje fallido, pero sí un futbolista que aún parece esperando explotar. En un club que ha pagado esa cifra, la paciencia no siempre es infinita.

Fuentes internas hablan de adaptación. De ritmo. De idioma futbolístico. De automatismos. Nada grave, pero evidente. Por eso no está claro que sea titular ante el Madrid. Arne Slot decidirá en el último momento, porque el alemán ha pasado más tiempo en el banquillo del que imaginaba cuando aterrizó en Anfield. Y titularidades grandes, en noches grandes, se ganan por méritos, no por nombre.

Xabi Alonso y Wirtz
Florian Wirtz pudo llegar al Real Madrid y su decisión era firmar por los blancos antes que por el Liverpool.

Si juega, tendrá el foco del mundo. Si no juega, el relato será inevitable: ¿cómo puede el fichaje más caro de la historia del Liverpool mirar un clásico europeo desde la banda?

Lo curioso es que la frase de Carro no solo duele por lo que dice, sino por lo que confirma. El Liverpool no solo fichó a un talento. Fichó a un futbolista cuyo corazón apuntaba a otra dirección. Él lo dijo sin decirlo: quería Champions. Quería grandeza. Quería el destino que antes parecía reservado a Real Madrid.

El fútbol tiene memoria corta y justicia rápida. Si Wirtz brilla esta noche, la historia cambia. Si no, la pregunta seguirá en el aire hasta verano: ¿y si realmente tomó el camino equivocado?