Xabi Alonso aún no ha comenzado oficialmente su etapa en el Real Madrid y ya enfrenta obstáculos clave en la planificación de su proyecto. Dos de los fichajes que contaban con su visto bueno, Florian Wirtz y Martín Zubimendi, están muy cerca de firmar con otros grandes de Europa
A Xabi Alonso le bastó asomarse al palco del futuro para recibir su primer revés. Antes de posar el primer ladrillo de su prometido proyecto en Chamartín, ya ve cómo las piezas más preciadas del puzzle esas con las que soñaba pintar un centro del campo de autor se le escapan entre los dedos. Florian Wirtz y Martín Zubimendi, dos nombres subrayados con trazo grueso en su libreta, parecen decirle “quizá en otra vida”.
El caso de Wirtz al Real Madrid parecía casi poético, el talento emergente del Bayer Leverkusen reunido con su antiguo maestro. Pero la realidad es menos sentimental y más bávara. El Bayern de Múnich, con la frialdad quirúrgica de quien compra en casa, ya habría atado al mediapunta con un contrato dorado y la promesa de protagonismo. Ironías del destino, Musiala, su gran amigo, ha hecho más por el fichaje que cualquier emisario blanco. Entre colegas se entienden.

Zubimendi y el encanto inglés: más cerca del Emirates que del Bernabéu
Mientras el Madrid miraba hacia San Sebastián con esperanza, el Zubimendi al Arsenal se convirtió en un secreto a voces. El mediocentro de la Real Sociedad, que encaja como un guante en la idea de Alonso táctico, sereno, cerebral, parece haber caído bajo el hechizo londinense. El Emirates le ofrece lo que todo jugador ambicioso desea, minutos, proyecto y un sueldo competitivo. La cláusula de 60 millones, lejos de espantar, seduce a los directivos gunners como un reto que merece ser pagado.
La jugada de Arteta no ha sido solo estratégica, sino casi emocional. Le habló de Mikel Merino como quien describe una nueva vida posible, adaptación veloz, liderazgo instantáneo, estabilidad en el ecosistema Premier. Todo muy convincente. Ni siquiera el vínculo con Xabi, forjado en los campos de entrenamiento del filial txuri-urdin, parece pesar lo suficiente. A veces, el pasado es apenas una anécdota cuando el presente viene envuelto en libras esterlinas.
Sin Wirtz ni Zubimendi: un plan C para sustituir a Kroos
Y así, con el mercado aún por arrancar del todo, el Madrid se encuentra en la extraña posición de recomenzar antes de empezar. La retirada de Toni Kroos, ese metrónomo germánico que convirtió el tiempo en un balón que obedecía, exige más que una simple sustitución, requiere una reescritura del guion. No es solo cuestión de fichar talento, sino de encontrar un nuevo intérprete para el alma del equipo.
Alonso, que entiende ese rol mejor que nadie porque lo ha vivido, sentido, ejecutado, se topa con una paradoja cruel, tiene el conocimiento, el carisma y la visión, pero le faltan las herramientas. Si la directiva no reacciona con contundencia, el relato de su llegada podría inaugurarse con esa ironía tan madrileña, prometer la sinfonía de un nuevo ciclo y comenzar desafinando. Bienvenidos a la travesía.